AP
Los servicios de emergencia en Portugal dijeron que estaban avanzando en la brega por controlar un gran incendio forestal que mató a 64 personas en el centro del país, pero otras llamas cercanas eran causa de preocupación.
La Agencia de Protección Civil dijo que unos 1.200 bomberos y nueve aviones hidrantes combatían las llamas en Pedrogao Grande, 150 kilómetros (90 millas) al norte de Lisboa, por tercer día consecutivo. El fuego estaba circunscrito, aunque seguía ardiendo, dijeron las autoridades.
Temperaturas de 43 grados Celsius (109 Fahrenheit), ráfagas de viento y bosques resecos alimentaban las llamas, dijo el comandante Vitor Vaz Pinto a la prensa.
Se desviaron algunos efectivos a Gois, a unos 20 kilómetros (12 millas) de Pedrogao Grande, donde 800 bomberos y cuatro aviones combatían las llamas. Vaz Pinto dijo que el incendio de Gois era “muy veloz y explosivo” y obligó a evacuar 11 aldeas locales.
El primer ministro Antonio Costa ordenó investigar los sucesos del sábado por la noche cuando se produjeron las muertes, 47 de ellas en un camino por donde la gente huía de las llamas.
La orden de Costa formula tres preguntas: si el clima explica la magnitud del desastre, por qué fallaron las comunicaciones de los servicios de emergencia y por qué el camino donde se produjeron las muertes no estaba cerrado.
2017-06-20