El presidente de Ecuador, Rafael Correa, se mostró hoy seguro de un triunfo en una eventual consulta popular en torno a la explotación de petróleo en una zona del Parque Nacional Yasuní, una vez que, por falta de apoyo internacional, puso fin a la iniciativa ambiental para dejar el crudo en tierra.
Movimientos ecologistas hicieron circular ayer una carta abierta dirigida a la Asamblea Nacional (Parlamento) en la que indicaban que "la única salida con dignidad, democracia y justicia es la no explotación del Yasuní-ITT y si hay dudas, la consulta popular".
Ello, un día después de que Correa anunciara el fin de la iniciativa Yasuní-ITT, porque, dijo, el mundo "ha fallado" al no contribuir con el proyecto que pretendía proteger un sector de la selva amazónica y dejar bajo tierra un importante yacimiento petrolífero a cambio de una compensación económica.
Correa dijo el jueves que pedirá la autorización a la Asamblea Legislativa, de mayoría oficialista, para explotar crudo en el bloque Ishpingo Tambocoha Titutini (ITT) en el Parque Nacional Yasuní, declarado Reserva Natural de la Biosfera por la Unesco.
Aunque la Asamblea tiene también la posibilidad de pedir una consulta sobre el tema, Correa instó hoy públicamente a que, quienes la consideran necesaria, recojan firmas que representen el 5 % del padrón electoral, según reza la Constitución.
"Recojan y nos vamos a la consulta, y estamos seguros que el pueblo ecuatoriano confiará en nuestra palabra y venceremos nuevamente", dijo el mandatario en su informe semanal de labores.
El jefe de Estado recalcó que "jamás" tendrá miedo a la consulta popular, a la opinión popular, pero recordó que los eligieron "contundentemente" para tomar decisiones y que "nunca" han mentido al pueblo pues hablaron de la necesidad de aprovechar los recursos naturales en caso de que no haya apoyo internacional.
Para Correa, la iniciativa Yasuní-ITT fue "un fracaso financiero" pero no cree que fue un fracaso en el resto de aspectos, de hecho, dijo, "ha sido un éxito total".
Ello porque, en su opinión, la iniciativa "rompió esquemas" y abrió una puerta "tal vez muy prematuramente. El mundo no lo entendió pero la historia lo recogerá y verán que en el futuro habrá esta clase de iniciativas, en otro contexto histórico, y tendrá mucho más acogida", dijo.
Asimismo consideró que la propuesta logró desarrollar entre los jóvenes una "conciencia ecológica" y apuntó que adoptar la decisión de ponerle fin fue difícil.
"Estamos tristísimos pero con la conciencia absolutamente tranquila porque creo que hemos tomado la decisión correcta en función de las futuras generaciones", señaló al tiempo de considerar que con la explotación de una parte del Yasuní no se extinguirá ninguna especie de la zona.
Asimismo, reiteró que la eventual explotación se realizará con altas técnicas de cuidado medioambiental, algo que corroboró el gerente de la empresa pública Petroamazonas, Oswaldo Madrid, quien agregó que "es muy improbable" que se abran carreteras por el área protegida de la zona.
La ministra de Ambiente de Ecuador, Lorena Tapia, explicó ayer que el Parque Nacional Yasuní tiene alrededor de un millón de hectáreas y el bloque ITT unas 200 hectáreas, pero subrayó que "la explotación como tal (…) será de alrededor del uno por mil aproximadamente y se van a usar las mejore tecnologías, y desde el Ministerio del Ambiente, el mejor control".
Ecuador lanzó el proyecto hace seis años, cuando pidió la "corresponsabilidad" económica de la comunidad internacional para no explotar el crudo del eje ITT, lo que también suponía evitar la emisión a la atmósfera de 407 millones de toneladas de dióxido de carbono, que se generaría con la combustión del hidrocarburo.
Correa dijo el jueves que sólo se recogieron 13,3 millones de dólares de aportes depositados en los fideicomisos constituidos para llevar adelante la iniciativa, lo que representa "apenas el 0,37 % de lo esperado".
El mandatario apuntó, además, que existen otros 116 millones de dólares en "compromisos" de apoyo vinculados no directamente con la iniciativa Yasuní-ITT. EFE