La economía de Estados Unidos "ha hecho progresos sustanciales" tras la peor crisis financiera desde la Gran Depresión y el presupuesto del presidente Barack Obama para el año fiscal 2014 encara las dificultades que aún enfrenta, afirmó el secretario del Tesoro, Jacob Lew.
El funcionario compareció ante el Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes para defender el presupuesto de 3,77 billones de dólares ofrecido por Obama para el período fiscal que comienza el próximo 1 de octubre.
"El presupuesto del presidente se apoya en la creencia de que un acuerdo para lograr una reducción equilibrada del déficit es coherente con hacer inversiones críticas, y plenamente pagadas, que continúen el crecimiento económico y la creación de empleos", dijo Lew.
El presupuesto ofrecido por Obama, añadió el funcionario, incluye el compromiso ofrecido por la Casa Blanca al presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, para reducir el déficit en otros 1,8 billones de dólares en la próxima década, "además de los más de 2,5 billones de dólares ya puestos en práctica", sostuvo Lew.
La economía de EE.UU. ha estado creciendo a un promedio anual de más del 2 por ciento en los últimos tres años y medio y, según el Gobierno, ha añadido 6,5 millones de empleos desde febrero de 2010.
"Si bien nuestra economía es hoy más fuerte, hay que trabajar más para crear empleos y acelerar el crecimiento", indicó Lew.
"Si bien el desempleo en el 7,6 por ciento es el más bajo en cuatro años, sigue siendo demasiado alto", agregó.
El presidente del Comité, el republicano Dave Camp, de Michigan, dijo que "la verdad sencilla es que demasiadas familias siguen todavía en la brega, encaran precios más altos de los alimentos, precios más altos del combustible y matrículas más caras para la educación de sus hijos".
"Otros muchos ven una reducción en sus horas de trabajo y tienen sus sueldos congelados", añadió Camp, quien atribuyó buena parte de los problemas a "un código impositivo quebrantado".
Lew explicó que el plan de Obama incluye 580.000 millones de dólares en recaudaciones adicionales mediante una reforma del código impositivo que elimina exenciones y recorta los beneficios "para quienes menos los necesitan", es decir, los contribuyentes de mejor posición económica.
Los republicanos, que tienen mayoría en la Cámara de Representantes, se oponen a todo incremento de los impuestos e insisten en más cortes de los gastos del Gobierno.
El representante demócrata Charles Rangel, por su parte, expresó las dudas que tienen muchos de los correligionarios del presidente acerca de las reducciones en gastos sociales que Obama ofrece en busca de un compromiso con los republicanos que lleve a la aprobación de un presupuesto por primera vez en tres años.
Lew dijo que la ley de reforma sanitaria, aprobada por el Congreso en 2010 y de la cual muchas estipulaciones entrarán en vigencia el próximo año, ahorrará otros 400.000 millones de dólares.
Otros 200.000 millones de dólares se ahorrarán en la próxima década, según el plan de Obama, mediante reducciones en los subsidios agropecuarios y reformas en las contribuciones a los planes de retiro del Gobierno Federal.
Las mermas que todo ello generará, según el plan de Obama, en la deuda nacional tendrán a su vez un impacto de casi 200.000 millones de dólares en ahorros por la reducción de pagos de interés. /EFE