El presidente ruso Vladimir Putin advirtió hoy, un día después del atentado de una presunta atacante suicida islamista en el centro del país que dejó al menos seis muertos, que los radicales islámicos están intentando incitar al separatismo étnico.
"Algunas fuerzas políticas están utilizando al Islam radical para debilitar nuestro Estado y generar conflictos controlados desde afuera en nuestro territorio, lo que provoca una polarización de los grupos étnicos y exalta el sentimiento separatista", manifestó Putin en un encuentro con líderes musulmanes en Ufa, Bashkortostan, una región mayormente musulmana a unos 1.000 kilómetros al este de Moscú.
Rusia ha sufrido varios conflictos separatistas, principalmente en la república de Chechenia, en el Cáucaso norte, donde las fuerzas federales derrotaron a los rebeldes e instalaron un régimen pro-Kremlin. De todas formas, en la región sigue habiendo militantes islamistas que luchan por un emirato del Cáucaso.
El lunes, una mujer de 30 años perpetró un ataque suicida contra un autobús en la ciudad de Volgogrado que dejó seis muertos y más de 30 heridos. Los investigadores indicaron que se trata de una mujer de la república de Daguestán, mayormente musulmana y que limita con Chechenia.
La mujer viajaba en un autobús de larga distancia desde Daguestán hacia Moscú, pero se bajó en Volgogrado, según las autoridades. Una hora después subió a un autobús en las afueras de la ciudad que transportaba a unos 40 pasajeros y detonó los explosivos que llevaba consigo.
Medios rusos revelaron hoy que la mujer, de la etnia avar, había mantenido una relación con un ruso que se convirtió al Islam. Dmitri Sokolov se encuentra desaparecido desde 2012 y se presume que está escondido entre militantes en Daguestán.
Sokolov, de 20 años, es el sospecho de haber construido la bomba del lunes, así como un dispositivo que en mayo provocó la muerte de dos transeúntes en la capital regional de Makhachkala, según el diario "Kommersant".
El ataque del lunes fue el primer atentado suicida en el centro de Rusia desde el del aeropuerto moscovita de Domodedovo en enero de 2011.
El líder de los grupos terroristas en el norte del Cáucaso, Doku Umarov, había amenazado en junio con nuevos ataques con el objetivo de impedir la celebración de los Juegos Olímpicos de invierno en Sochi. Está previsto que el evento sea inaugurado el 7 de febrero y se celebre en medio de fuertes medidas de seguridad. /DPA