El presidente ruso, Vladímir Putin, tratará con su homólogo iraní, Hasán Rohani, acerca del suministro de sistemas de misiles antiaéreos S-300 modificados, cuando se reúnan el próximo viernes en Biskek, la capital de Kirguizistán.
Así lo asegura el diario ruso "Kommersant", que cita a fuentes cercanas al Kremlin, y afirma que en la entrevista abordarán también la construcción por Rusia de un segundo reactor para la primera central nuclear iraní en Bushehr.
El diario señala que Putin "ha dispuesto iniciar la elaboración de ambos acuerdos, cuyos detalles discutirá este viernes en el transcurso de su primera entrevista con el nuevo presidente de Irán, Hasán Rohani".
Los presidentes de Rusia e Irán se reunirán por primera vez con ocasión de la cumbre anual de la Organización de Cooperación de Shanghái, un foro de seguridad conocido como "la OTAN oriental" y que incluye a Rusia, China y varios países centroasiáticos, y donde Irán es observador.
De acuerdo a la información, Rusia suministrará a Irán cinco baterías de sistemas móviles S-300VM "Antey-2500″, una variante modificada para la exportación del sistema S-300V.
Pero, tal como declaró recientemente el viceprimer ministro ruso, Dmitri Rogozin, Rusia solo negociará este suministro a condición de que Teherán retire la demanda interpuesta contra Moscú por la cancelación en 2010 del contrato para la compra de estos equipos.
Teherán interpuso una querella ante el Tribunal de Arbitraje de Ginebra por 4.000 millones de dólares después de que el entonces presidente ruso, Dmitri Medvédev, cancelara hace tres años el contrato para el suministro de los S-300 en aplicación de una resolución sancionadora de la ONU que restringe el suministro de armas convencionales a Irán.
Según el experto Vladímir Evséev, director del Centro de Estudios Sociopolíticos, citado por "Kommersant", el argumento de peso para este acercamiento entre Moscú y Teherán es su enfoque común sobre la crisis en Siria.
"Estamos en el mismo barco. Estratégicamente, vemos de forma diferente el futuro de Siria. Pero tácticamente los dos países se pronuncian contra la intervención de EEUU", señaló Evséev.
Como destacó el viceministro Rogozin, la cooperación técnico-militar entre Rusia e Irán estará siempre limitada por las sanciones internacionales, que en la actualidad prohíben suministrar a ese país misiles y sistemas antimisiles, tanques, navíos, aviones y helicópteros de combate.
Según el contrato firmado en 2007, Rusia debía haber suministrado a Irán al menos cinco baterías de sistemas móviles de defensa aérea S-300, destinados al transporte y lanzamiento de misiles para interceptar en al aire objetivos como helicópteros, aviones de combate, aviones de vigilancia y diferentes proyectiles y cohetes.
Los S-300 son considerados mucho más potentes que los también sistemas antiaéreos Tor M-1, que Irán compró a Rusia por casi mil millones de dólares en 2005, contrato que Israel describió como una "puñalada en la espalda"/.EFE