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La reina Isabel II presentó el miércoles el plan legislativo del último año del actual gobierno, en la exhibición anual de pompa y poder de la que Gran Bretaña es maestra insuperable.
La ceremonia inaugural del calendario parlamentario es un evento repleto de armiños y sedas que evoca siglos de grandeza. Miles de turistas atestaron las calles de acceso a las Cámaras del Parlamento con sus torres góticas para contemplar el desfile de carruajes con la esperanza de ver fugazmente la mano enguantada de la monarca.
El discurso es la última oportunidad del gobierno conservador encabezado por David Cameron para presentar ideas de cara a las elecciones de 2015. Incluyó un paquete de medidas con leyes que facilitan la revocación de mandatos de legisladores díscolos y cambios en los planes de pensión.
El plan incluye leyes para proteger a personas que se presentan voluntariamente a ayudar en emergencias de juicios derivados de esos hechos. Asimismo, se anunció un proyecto de cobrar obligatoriamente cinco peniques (unos 8 centavos de dólar) por bolsas de supermercado.
Cameron y el viceprimer ministro Nick Clegg insinuaron que el programa era "descaradamente favorable a trabajadores, empresas y aspiraciones".
La monarca arribó al Parlamento en el flamante carruaje de estado construido para celebrar su Jubileo de Diamante. Fabricado en Australia, el carruaje requiere tres caballerizos y seis caballos.
El interior está forrado en seda amarilla y contiene piezas provenientes de lugares y organizaciones históricas. Los pasamanos provienen del yate real Britannia, en tanto los marcos de las ventanillas y los paneles incluyen materiales de la catedral de Canterbury, la residencia oficial del primer ministro en 10 Downing Street y las bases antárticas de los exploradores Scott y Ernest Shackleton.
2014-06-04