EFE
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, abogó hoy por la instalación de delegaciones especiales de policía en los estadios después de que un joven muriera el viernes en Recife tras ser golpeado por un retrete lanzado desde las gradas.
"La muerte del hincha Paulo Ricardo Silva después de un partido de fútbol en Recife es un triste ejemplo más de la urgencia de instalar delegaciones especializadas en los estadios. La violencia en los estadios tiene que ser castigada con rigor por los policías locales", señaló Rousseff a través de su cuenta en Twitter.
La presidenta brasileña afirmó que "el país que ama el fútbol no puede ser tolerante con la violencia en los estadios" y lanzó la etiqueta #PazNosEstádios (Paz en los estadios).
"Los estadios de fútbol son el lugar de la alegría y la pasión. Tenemos que unirnos por la #PazNosEstádios", añadió.
El cuerpo de Paulo Ricardo Gomes da Silva, de 26 años, fue enterrado hoy en Recife, donde falleció el pasado viernes al término de un partido disputado entre el local Santa Cruz y el Paraná, de la Serie B del Campeonato Brasileño.
El joven se encontraba fuera del estadio cuando fue golpeado por un retrete arrojado desde lo alto de la grada, lo que provocó su muerte inmediata. Otras tres personas resultaron heridas, aunque su vida no corre peligro.
Tras lo sucedido, la Federación Pernambucana de Fútbol anunció hoy que ofrecerá una recompensa de hasta 5.000 reales (unos 2.250 dólares) para quien presente información que ayude a identificar a algún sospechoso relacionado con la muerte de Silva.
El estadio Arruda, donde tuvo lugar el incidente, permanece cerrado por decisión de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF).