EFE
La presidenta brasileña y candidata a la reelección, Dilma Rousseff, afirmó que algunas propuestas de su principal rival, la aspirante del socialismo Marina Silva, suponen una amenaza para la industria nacional y, por tanto, para el empleo.
"Eso preocupa. Quería decir que no fui elegida para desemplear o para reducir la importancia de la industria", declaró Rousseff en una rueda de prensa, en la que comentó el programa de Gobierno que Silva presentó al electorado el pasado viernes.
En uno de sus capítulos, el programa de Silva dice que es "indispensable" revisar las políticas de incentivos fiscales a ciertos sectores industriales, como el naval o automovilístico, ya que medidas de esa naturaleza "sólo son efectivas cuando constituyen casos especiales y no como regla de la política industrial".
Según Rousseff, un posible fin de esos incentivos afectaría "tanto los actuales niveles de empleo como la creación de nuevas plazas y también a la propia industria nacional".
La presidenta recordó que, en los últimos años, grandes empresas del sector automotriz, entre las que citó Audi, BMW y Nissan, han aumentado su inversión en el país con un compromiso de añadir a sus productos componentes nacionales y con eso se ha favorecido la creación de nuevos puestos de trabajo.
"La política de contenido local tiene como base producir en Brasil lo que puede ser producido en Brasil, manteniendo precios y calidad y fue muy exitosa, tanto en la industria automovilística como en la industria naval", afirmó.
Rousseff reiteró que desde que asumió el poder, en 2011, fueron creados en el país cinco millones de nuevos empleos, que se sumaron a los quince millones generados durante la gestión de su antecesor y padrino político, Luiz Inácio Lula da Silva.
"Mi propuesta como candidata es seguir creando empleos y asegurar que sean cada vez más calificados", destacó.
Marina Silva se convirtió en candidata del Partido Socialista Brasileño (PSB) hace quince días, tras la muerte del anterior abanderado, Eduardo Campos, en un accidente aéreo el pasado 13 de agosto, y lo ha hecho con una fuerza sorprendente en los sondeos de opinión.
Todas las encuestas divulgadas en las últimas dos semanas dicen que ninguno de los candidatos superará el 50 % de los votos en la primera vuelta del 5 de octubre y que será necesaria una segunda, en la que Silva vencería a Rousseff, hasta hace quince días favorita, con una diferencia de entre 5 y 10 puntos.
Rousseff y Silva estarán cara a cara este lunes, cuando junto a otros cinco candidatos participarán en el segundo debate televisado de esta campaña, que será organizado por el canal SBT y el diario Folha de Sao Paulo.
2014-08-31