La vicepresidenta del Gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría, ratificó este martes el compromiso del Ejecutivo de Mariano Rajoy con la austeridad y las reformas y recibió el aval personal de la canciller alemana, Angela Merkel, que agradeció los esfuerzos realizados.
Santamaría clausuró junto a Merkel el congreso del Consejo Económico de la Unión Cristianodemócrata (CDU), un evento de claro tinte electoral ante los comicios alemanes del 22 de septiembre, en los que la canciller parte de nuevo como favorita.
La vicepresidenta del Gobierno español, que calificó al Ejecutivo de Rajoy como "el más reformista de cuantos se recuerdan", reconoció que es pronto todavía para ver el fruto de los esfuerzos realizados por el país, pero sostuvo que "no es pronto para concluir que España avanza ya por el camino correcto para conseguir ese gran objetivo".
"Que nadie tenga ninguna duda de que vamos a proseguir por este camino en los próximos años", añadió ante representantes de la clase política y empresarial alemana.
Santamaría desgranó las medidas adoptadas para reducir el déficit público de todas las administraciones y las reformas estructurales en marcha y elogió cómo, "ante este reto histórico", la sociedad española está respondiendo "con madurez y responsabilidad".
Subrayó que el Gobierno de Rajoy llegó a La Moncloa decidido a impulsar "la mayor agenda reformista de la democracia española" y recibió para ello una mayoría histórica en las urnas que le brinda la estabilidad política necesaria.
La vicepresidenta señaló que ninguna decisión ha sido fácil, ni las subidas de impuestos, ni reducir el 11 por ciento de los empleados de sector publico en año y medio, pero destacó que las administraciones públicas están poniendo en orden sus cuentas y el déficit "está en claro retroceso".
Subrayó en la misma línea los avances en el saneamiento del sector financiero, las buenas cifras de exportación, la mejora de la competitividad, la reforma laboral y el programa "histórico" para simplificar las administraciones.
En esa misma línea, avanzó que este viernes el Consejo de Ministros aprobará definitivamente la ley de emprendedores, cuya aplicación supondrá el año que viene una rebaja de la factura fiscal de las pymes de cerca de 2.000 millones de euros.
"La economía española, con mucho trabajo, con muchos esfuerzos, está recuperando credibilidad y certificando su solvencia", "y la inversión extrajera ha vuelta a España para quedarse", dijo antes de asegurar que el "trabajo no ha hecho más que empezar".
Tras destacar que "España está cumpliendo con su parte y así lo seguirá haciendo", reclamó también reformas en la UE y destacó la importancia del Consejo Europeo de esta semana para apoyar a las pymes y el empleo juvenil.
"Mi Gobierno también quiere impulsar una España fuerte para una europa fuerte: ein starkes Spanien für ein starkes Europa", señaló en alemán parafraseando el lema del congreso: "una Alemania fuerte para una Europa fuerte".
Merkel no dio pistas sobre el papel de Alemania en la próxima cumbre de Bruselas, pero sí destacó su implicación en la lucha contra el desempleo juvenil al recordar la reunión europea que presidirá en Berlín el próximo 3 de julio, a la que ya ha confirmado su asistencia Rajoy.
Calificó de "fundamental" lograr la reactivación del mercado laboral y recordó la "experiencia" que Alemania puede aportar en este sentido.
La canciller agradeció "los esfuerzos emprendidos" por el Ejecutivo español para asegurar el "futuro" del país.
"Todos los países han entendido en Europa la necesidad de emprender reformas estructurales", señaló antes de recalcar que España ha tenido un comportamiento "ejemplar" al emprender "con determinación" las medidas necesarias para combatir la crisis.
Defendió, asimismo, que los términos consolidación presupuestaria e impulso al crecimiento son "compatibles" y afirmó que a ese doble propósito concentrará sus esfuerzos en la siguiente legislatura, en caso de que logre su reelección en los comicios legislativos del próximo 22 de septiembre.
"Mantendremos el rumbo emprendido", subrayó ante el Consejo Económico de la CDU, que también invitó a la clausura al primer ministro holandés, Mark Rutte. /EFE