2001Online.com | EFE
Sao Paulo, la ciudad más poblada de Brasil, da un paso más en el proceso de desescalada con la reapertura de sus parques y gimnasios, en momentos en que el estado homónimo registró por tercera semana consecutiva una reducción de muertes por coronavirus, que sigue al alza en otras regiones del país.
Sao Paulo, el estado con más muertes y casos del nuevo coronavirus, podría estar cerca de la estabilización de la curva epidemiológica, la cual se ha intensificado en el sur y centro-este y deja ya un total de 1,9 millones de infectados en todo el país, entre ellos el presidente Jair Bolsonaro.
Tras varios meses como principal foco de la pandemia en Brasil, el gobierno del estado paulista, Joao Doria, anunció este lunes que la mortalidad por la COVID-19 disminuyó por tercera semana consecutiva, llegando a registrar un 4,8 % de tasa de letalidad, la "menor tasa histórica" desde el inicio de la crisis del coronavirus.
También cayó la tasa de ocupación de las camas de las Unidades de Cuidados Intensivos, que en mayo llegó al borde del colapso con más del 90 % de ocupación y hoy se sitúa alrededor del 65 %.
"Son buenas noticias pero que deben ser celebradas con mucha moderación y mucha solidaridad", dijo este lunes Doria, quien advirtió que la curva de la pandemia sigue "escalando" en algunos puntos del interior del estado.
Ya la semana pasada, Doria adelantó que la disminución moderada de muertes de COVID-19 era señal de estabilización y aseguró que el estado podía haber llegado al pico y establecerse en una meseta.
REAPERTURA EN LA CIUDAD DE SAO PAULO
Una semana después de reabrir sus bares, restaurantes y salones de belleza, este lunes fue el turno de los parques y gimnasios, que volvieron a funcionar con ciertas restricciones en el municipio de Sao Paulo que, con sus 12 millones de habitantes, ya contabiliza 8.280 muertes por COVID-19 y cerca de 180.000 casos de la enfermedad.
En las zonas verdes de la capital paulista se estableció un control para limitar el horario y su funcionamiento con el 40 % de su capacidad, además de velar por el uso obligatorio de máscaras y restringir el acceso a parques infantiles y espacios de deporte colectivo.
A primera hora de la mañana de este lunes, muchos ciudadanos aprovecharon para retomar sus actividades rutinarias y volvieron a pisar el parque Ibirapuera, el pulmón verde de la ciudad y el más visitado de la ciudad más poblada de Suramérica.
"Estoy respetando y me aparto de las personas. Vine solo y evito aglomeraciones, aunque no estoy viendo ninguna", explicó a Efe un hombre de 39 años que acudió al parque.
Los gimnasios también deben seguir un protocolo específico para la reapertura del sector, que contempla la necesidad de funcionar con cita previa por un máximo de seis horas diarias y mantener cerrados los vestuarios de los locales.
EL VIRUS SE ACELERA EN BRASILIA
Brasil, un país de tamaño continental con más de 210 millones de habitantes, ya bordea los 1,9 millones de contagios y supera las 72.000 muertes por el coronavirus, lo que lo sitúa como el segundo foco mundial de la pandemia, solo por detrás de Estados Unidos.
Pese a la disminución de casos de la COVID-19 en algunas ciudades brasileñas como Sao Paulo, Río de Janeiro y Manaos, la curva epidemiológica parece estar lejos de mostrar señales de estabilización en otras regiones del país.
"Sin duda ya llegamos al pico de contagios en regiones como Sao Paulo, Río de Janeiro y Manaos" pero "hoy es un gran problema la interiorización de la enfermedad", explicó a Efe la investigadora Margareth Dalcolmo de la Escuela Nacional de Salud Pública de la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz).
De acuerdo con Dalcolmo, la región centro-oeste del país, que incluye el Distrito Federal, "está siendo muy castigada por la epidemia" y "parte de esto se debe sin duda a la reapertura de servicios y una menor adhesión a los métodos de contención por parte de la población".
Brasilia suma 900 víctimas y 70.000 contagiados por la COVID-19, entre los que se encuentra el presidente del país, el ultraderechista Jair Bolsonaro, que la semana pasada dio positivo y despacha ahora desde su residencia, el Palacio de la Alvorada.
El positivo de Bolsonaro, uno de los más escépticos sobre la gravedad del nuevo coronavirus, llevó a más de una decena de ministros que habían tenido contacto con él a someterse a pruebas de detección del virus. Éstas resultaron negativas también para la primera dama, Michelle Bolsonaro, y sus dos hijas.