EFE
En vísperas de una semana clave de reuniones entre el Gobierno argentino y los sindicatos de profesores para negociar las subidas salariales de 2014, crece la tensión a nivel nacional y provincial mientras se multiplican las amenazas de paro que ponen en peligro el inminente inicio del curso escolar.
Las negociaciones paritarias proseguirán el lunes después de que el pasado viernes terminara sin acuerdo la primera reunión entre el Gobierno central, que ofrece un aumento salarial del 22 por ciento, y los sindicatos, de los cuales el mayor -la Confederación de Trabajadores de Educación (CTERA)- exige un alza del 42 por ciento.
El líder del gremio docente Udocba (Unión de docentes de Buenos Aires), Miguel Díaz, cercano a la opositora Central General del Trabajo (CGT), anunció hoy por Twitter que pararán "por tiempo indeterminado hasta que se entienda que hay que invertir en educación y pagar a los docentes un salario digno".
En la misma línea, Suteba, el mayor sindicato docente de la provincia de Buenos Aires, informó de que habrá paro de profesores el 5 y el 6 de marzo y una jornada nacional de protesta el próximo 26 de febrero si el Gobierno cierra las paritarias nacionales por decreto unilateral, según indicó su web.
Además, el Gobierno bonaerense convocó la primera reunión paritaria de esta provincia (la más poblada de Argentina) para el próximo martes, según informó la agencia oficial Télam.
En la norteña región de Chaco, la Asociación de Trabajadores de la Educación (ATECH) y la Federación de Sindicatos de Trabajadores de la Educación (SITECH) resolvieron también no iniciar el ciclo lectivo, previsto para este miércoles, y convocaron a un paro de 72 horas, según difundieron hoy medios locales.
En otras provincias como Santa Cruz (sur), Catamarca (noroeste), La Pampa (este) y La Rioja (noroeste) distintos gremios preparan paros para el inicio del curso, incluso en los casos en los que las autoridades regionales no han convocado aún las reuniones paritarias.
El jefe de Gabinete del Gobierno de Cristina Fernández, Jorge Capitanich, consideró el sábado necesario que haya "continuidad de clases" para que mejore la calidad educativa, pero apuntó que debe hacerse un esfuerzo por parte de todos los sectores.
Desde el Ejecutivo reiteran que el Estado argentino no es empleador directo de los profesores, ya que dependen de las provincias, y que las negociaciones paritarias nacionales solo buscan acordar un salario inicial, con la advertencia de que si no hay acuerdo se estudiará tomar una decisión unilateral.
Sin embargo, uno de los líderes sindicales afines al Gobierno, Hugo Yasky, titular de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA, oficialista), valoró negativamente la oferta inicial del Gobierno, según medios locales, y calificó de "insostenible" un aumento del 22 %, inferior a la inflación prevista por las consultoras privadas para 2014.
Las paritarias docentes, que afectan a casi un millón de trabajadores, son de las más conflictivas de Argentina por ser las primeras negociaciones colectivas salariales del país y servir como referencia para las demás negociaciones sectoriales que se celebran a partir de marzo.
En 2013, la falta de acuerdo entre maestros y administraciones públicas obligó a posponer el inicio del curso escolar, ya que los docentes se declararon en huelga el primer día de clases después de que el Gobierno fijara un alza salarial del 22 %, 8 puntos menos de lo que reclamaban los gremios.
El inicio del curso escolar 2014 esta previsto para el 26 de febrero en algunas provincias y para el 5 de marzo en otras.