Senadores republicanos que negociaban modificaciones importantes al proyecto de ley de reforma migratoria anunciaron el jueves una enmienda para incrementar de manera sustancial la cantidad de agentes, tecnología y cercas desplegados a lo largo de la frontera con México.
El acuerdo anunciado en el pleno del Senado por los senadores republicanos John Hoeven (Dakota de Norte) y Bob Corker (Tenesí) persigue duplicar los agentes de la Patrulla Fronteriza, construir 700 millas de cerca y gastar miles de millones de dólares en equipos tales como aviones no tripulados, radares y monitores antisísmicos.
Ambos senadores coincidieron en señalar en que aún quedan por finiquitar detalles con los demócratas.
El senador demócrata por Nueva York, Chuck Schumer, uno de los ocho autores del proyecto de ley de reforma migratoria, dijo que la redacción de la enmienda no ha finalizado y que continúan compartiendo información con otras partes interesadas.
"Estamos extremadamente entusiastas porque un acuerdo está al alcance", dijo Schumer en el pleno. "Estamos a punto de obtener un logro decisivo. Creemos que podemos tener un voto final favorable sobre el proyecto de ley".
De ser aprobada, el consenso incrementaría las posibilidades no sólo de que el Senado apruebe el proyecto de ley, sino que darían un nuevo aire a las aspiraciones demócratas de alcanzar los 70 votos para ejercer presión sobre la mayoría republicana en la cámara baja que hasta ahora se ha mostrado renuente a acoger la versión del Senado por considerar que no garantiza adecuadamente la seguridad fronteriza.
Pero el acuerdo atrajo críticas de otros senadores republicanos como Jeff Sessions (Alabama) y David Vitter (Luisiana), quienes sostienen que no corregirá las deficiencias fundamentales del proyecto de ley al no garantizar de manera adecuada la seguridad fronteriza antes de que los 11 millones de inmigrantes sin papeles se naturalicen.
Otras críticas provinieron de una coalición de organizaciones llamada Cambio que sostiene que afectará a millones de residentes en la zona fronteriza.
"Este acuerdo es un mal negocio para las comunidades fronterizas y el pueblo estadounidense", dijo Christian Ramírez, director de la Coalición de Comunidades en la Frontera Sur e integrante de Cambio. "Sólo es una promesa vacía de seguridad fronteriza y un cálculo político caro, excesivo y extremo".
Los senadores seguían debatiendo la reforma migratoria, horas después de que el Senado votara el jueves 54-43 a favor de rechazar una enmienda republicana que establecía la regularización de los 11 millones de inmigrantes solamente después de que sea arrestado el 90% de las personas que intentan ingresar ilegalmente a territorio estadounidense.
Los ocho senadores autores del proyecto de ley habían calificado a la propuesta del republicano por Texas John Cornyn, que incluía un sistema biométrico para verificar cuando extranjeros salgan de territorio estadounidense por mar o aire, como una "píldora venenosa" porque postergaría indefinidamente la legalización de los inmigrantes sin documentos.
La enmienda de Cornyn generó una atención preliminar considerable entre los republicanos insatisfechos con el proyecto de ley integral porque consideran que no garantiza debidamente la seguridad fronteriza, pero no obtuvo los votos necesarios ante las perspectivas de que ambas bancadas logren acuerdo sobre otra enmienda.
El senador republicano por Florida Marco Rubio fue el único de los ocho autores de proyecto de ley que apoyó la enmienda de Cornyn.
La organización Dream Act Coalition, que apoya la naturalización de los inmigrantes sin papeles, criticó en un comunicado el voto de Rubio y se preguntó "¿Del lado de quién está el senador Rubio?"
El jefe de la bancada mayoritaria, el demócrata por Nevada Harry Reid, ha reiterado su urgencia de comenzar a votar enmiendas cuanto antes para aprobar antes del 4 de julio el proyecto de ley.
Hasta el momento 62 senadores han presentado 246 enmiendas, de las cuales han sido votadas una docena.
A diferencia del enfoque integral con que el Senado abordó la reforma migratoria, la mayoría republicana en la cámara baja ha mostrado preferencia por proyectos de ley separados y con énfasis en medidas restrictivas a la inmigración ilegal.
La comisión aprobó el martes un proyecto de ley que busca aplicar duras penas a cualquier persona que se encuentre en Estados Unidos sin permiso de residencia. Los demócratas calificaron la legislación como peligrosa.
El presidente Barack Obama ha reiterado su expectativa de que el Congreso apruebe la reforma migratoria antes de su receso veraniego previsto el 2 de agosto. /AP