Aeronaves del gobierno sirio arrojaron el domingo bombas de barril en las zonas bajo dominio de la oposición en la disputada ciudad norteña de Alepo, dejando al menos 37 muertos, incluidos 16 niños, dijeron activistas. Los ataques también derribaron edificaciones y quemaron autos.
Alepo ha sido uno de los principales frentes de la guerra civil siria desde que los rebeldes lanzaron una ofensiva en la ciudad a mediados de 2012. Casi año y medio de combates han destruido gran parte de la ciudad, al tiempo que la ha cortado de tajo entre las zonas controladas por los rebeldes y aquellas bajo dominio del gobierno.
El domingo, helicópteros de las fuerzas armadas dejaron caer las bombas de barril —un nuevo tipo de arma que consiste en un barril cargado con explosivos, petróleo y trozos de acero— sobre los vecindarios de Haidariya, Ard al-Hamra, Sukhur, Marjeah y al menos otros dos, dijo el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña. El director del observatorio, Rami Abdurrahman, agregó que aviones de la fuerza aérea siria también realizaron incursiones en los mismos distritos.
La fuerza aérea del gobierno arrojó al menos 25 bombas de barril sobre la ciudad durante la jornada, dijo el grupo activista Aleppo Media Center.
Un video grabado por un aficionado y proporcionado por el grupo mostraba las consecuencias del ataque en una rotonda en Haidariya, donde se encontraba una estación informal para las furgonetas de transporte. En las imágenes, los residentes investigan los restos humeantes de al menos tres vehículos destruidos en el bombardeo. Las sirenas se escuchan en el fondo.
Otro video amateur que fue colocado en internet mostraba los estragos causados por un ataque en Sukhour. Un grupo de personas se congregó en una calle estrecha que quedó cubierta de escombros causados a una vivienda que al parecer fue blanco del ataque aéreo.
Los videos parecían genuinos y se correspondían con otros reportes de The Associated Press.
El Observatorio, que monitorea el conflicto a través de una red de activistas sobre el terreno, también dijo que la cifra de personas muertas en el poblado de Adra, al noreste de Damasco, aumentó a 32 luego de un ataque el miércoles de una facción vinculada con al-Qaida.
Abdurrahman dijo que los muertos eran en su mayoría miembros de la secta alauí, así como algunos drusos y chiíes.
Las muertes reflejan los obscuros matices que ha adquirido el conflicto desde que la revuelta contra el presidente Bashar Assad comenzó con protestas pacíficas y multitudinarias en marzo de 2011.
Assad es alauí y sus fuerzas de seguridad están integradas por miembros de esa rama del islam chií. Otras minorías en el país, entre las cuales hay cristianos, drusos y chiíes, defienden a Assad o se mantienen como observadores, temerosos de que extremistas islámicos tomen el poder en Siria. Los rebeldes son mayoritariamente suníes. /AP