EFE
La empresa italiana Impregilo, miembro del consorcio encargado de la ampliación del Canal de Panamá, consideró hoy "ridícula e inaceptable" la posición de la administración de la vía de rechazar su propuesta financiera para evitar la paralización de las obras este mes.
En un comunicado difundido este jueves en Panamá, en el que "confirma toda su buena voluntad y la del consorcio", Impregilo rechazó la "amenaza" de la Autoridad del Canal (ACP) de "romper el contrato con el consorcio y confiar la finalización de las obras a otros", y alertó que esa opción implicaría un retraso en las obras civiles de la ampliación de "mínimo tres años".
Impregilo pidió a la ACP que aporte entre 500 y 1.000 millones de dólares para evitar la paralización de las obras contratadas en 2009 en una licitación ganada por el Grupo Unido por el Canal (GUPC) con una oferta de 3.118 millones de dólares para la construcción de un tercer juego de esclusas para el Canal, lo que la ACP rechazó de plano.
El GUPC anunció que parará las obras a partir del próximo día 20 porque no puede con "sobrecostes" que ha cifrado en más de 1.600 millones de dólares.
La ACP, al esperar que el consorcio acepte su propuesta financiera de un aporte conjunto de 283 millones de dólares, pretende que el Grupo Unidos por el Canal (GUPC) "sin recibir en consecuencia nada por el pago de los trabajos que quedan por efectuar" deba "asumir (…) todos los costes" de la ampliación, argumentó la empresa italiana.
"Está claro que tal pretensión es totalmente inaceptable e incluso ridícula en la actual y dramática situación de emergencia", indica Impregilo.
El administrador de la ACP, Jorge Quijano, rechazó el miércoles las propuestas financieras del GUPC de un aporte conjunto de 500 millones de dólares, y la de Impregilio, de un adelanto de hasta 1.000 millones, por estar "fuera del contrato", y aseveró que la suya "es la oferta razonable".
En una comparecencia ante diputados del Parlamento, Quijano volvió a decir que espera que el GUPC sea "juicioso" y complete la obra, aunque también repitió que no tendrá "ningún reparo" en asumir lo que queda del proyecto "con algún otro contratista".
La ampliación del Canal en su conjunto está avanzada en un 72 %, mientras que la construcción de las nuevas esclusas en un 65 %, según la ACP, que ha entregado al consorcio 2.831 millones de dólares, 784 millones en anticipos reembolsables, además de 180 millones en costos adicionales, cerca del 6 % del total del contrato.
En su comunicado de tres folios, Impregilo opinó que la "posición asumida por la ACP solo se puede explicar por la inexperiencia de los administradores de la Autoridad del Canal en la realización de trabajos de tales dimensiones y complejidad".
Precisa que el GUPC, que junto a Impregilo integran la española Sacyr, la belga Jan de Nul y la panameña CUSA, "ha presentado en total cerca de 100 solicitudes (a la ACP) por costes más elevados y tiempos adicionales, basándose en el reparto de los riesgos previstos por el contrato".
Se queja de que la respuesta de ACP "ha sido siempre un simple no, obligando al grupo a recurrir a la instancia contenciosa arbitral en vez de por la administrativa durante la ejecución de la obra, tal como prevé el contrato y la ley de Panamá".
"A raíz de estas solicitudes, el cliente ACP ya ha financiado en total más de 750 millones de dólares, entre anticipos concedidos y retrasos en la devolución según contrato", dijo Impregilo.
Reiteró su propuesta de que la ACP saque "1.000 millones de dólares para la finalización de los trabajos frente a los más de 1.600 millones de reclamaciones", o que en su lugar "aporte 500 millones de dólares además de la consolidación de los anticipos", y dijo que ambas son "propuestas alternativas del GUPC".
"Ambas propuestas permitirían la finalización de los trabajos en la primera mitad de 2015 y resolverían de manera global y conforme al contrato, la situación, además de representar la solución más sencilla, rápida y económica", añadió Impregilo en su comunicado.