Las autoridades brasileñas elevaron hoy a 45 el número de muertos causados por las lluvias en las últimas semanas en el sureste del país y fijaron en siete la cifra de desaparecidos.
Los órganos de Defensa Civil de los estados de Minas Gerais y Espíritu Santo notificaron hoy la muerte de cuatro víctimas en diferentes accidentes ocurridos entre el jueves y el viernes a consecuencia de las precipitaciones.
Dos de las víctimas, identificadas como Emilson Pereira Lourenço, de 36 años, y Luiz Gonçalves de Almeida, de 66, murieron ahogadas al ser arrastradas por una riada en la localidad de Virgolandia (Minas Gerais), una de las más afectadas y que fue visitada este viernes por la presidenta brasileña, Dilma Rousseff.
Allison Pablo da Silva Rocha, de 17 años, murió este viernes cuando se chocó en moto contra un árbol derribado por un vendaval en el municipio de Buritizeiro, también en Minas Gerais.
En Espíritu Santo, las autoridades informaron de la muerte de una persona, no identificada, en la localidad de Pancas a raíz de las inundaciones que afectaron la zona.
Seis personas están en paradero desconocido en el municipio de Baixo Guandú y una más en la región de Minas Gerais, mientras que 69.456 personas han tenido que dejar sus hogares, según los diferentes balances oficiales.
Hoy no se registraron precipitaciones en Espíritu Santo, pero sucedieron nuevas inundaciones en la localidad de Pontal do Ipiranga por la crecida del río Doce, según un comunicado.
El Gobierno brasileño ha ordenado el envío inmediato de ayuda a la zona y ha retirado trabas burocráticas para canalizar el envío de fondos. EFE