AP
Una enfermera española se convirtió el lunes en la primera persona en infectarse de ébola fuera de la zona de brote en el oeste de África, un hecho que generó inquietud en otras partes del mundo.
En Estados Unidos, el gobierno federal sopesa ordenar la revisión minuciosa de los pasajeros que lleguen de la región.
En un hospital de Dallas, un hombre liberiano gravemente enfermo, Thomas Duncan, empezó a recibir un medicamento experimental, mientras que el videoperiodista estadounidense que regresó de Liberia para recibir tratamiento empezó a presentar señales alentadoras. Ashoka Mukpo, de 33 años, pudo salir del avión por su propio pie para abordar una ambulancia.
En España, la enfermera infectada con el virus había formado parte de un equipo que atendió a un sacerdote con ébola que fue repatriado desde Sierra Leona. El misionero de 69 años murió en el hospital.
El único síntoma de la enfermera era fiebre, pero se confirmó la infección con dos pruebas, dijeron funcionarios de sanidad de España. Estaba siendo atendida en aislamiento, mientras las autoridades elaboraban una lista de personas con las que tuvo contacto.
En Texas, trabajadores de salud eran algunos de los estadounidenses que esperaban descubrir si habían sido infectados por Duncan, el liberiano.
En Washington, la Casa Blanca descartó cualquier medida que prohíba viajes procedentes del occidente de África, y dijo que la mejor manera de proteger a los estadounidenses es detener el brote ahí.
Con ese fin, el ejército de Estados Unidos empezó a construir los primeros de 17 centros de tratamiento contra el ébola en Liberia, cada uno con espacio para 100 pacientes, y a capacitar a unos 4.000 soldados para que ayuden con la crisis.
"Lo trágico de esta situación es que el ébola se está propagando rápidamente entre las poblaciones del oeste de África que no tienen esa clase de infraestructura médica", dijo Josh Earnest, portavoz de la Casa Blanca.
Se cree que el brote de ébola ha causado la muerte de más de 3.400 personas en el oeste de África, la mayoría de ellas en Liberia. Las áreas de aislamiento no tienen suficientes camas para atender a los cientos de enfermos que cada semana solicitan atención.
Aunque el espacio es sumamente necesario, algunos expertos están preocupados por quién los atenderá. Los países más afectados, Liberia, Guinea y Sierra Leona, tienen muy pocos doctores y enfermeras, y el contagio de muchos de ellos ha diezmado aún más a ese personal. Más de 370 trabajadores de la salud han enfermado, por lo que muchos otros especialistas temen atender a pacientes enfermos de ébola.
Unos 350 efectivos estadounidenses ya se encuentran en Liberia, dijo el Pentágono, con el fin de iniciar la construcción de un hospital de campaña para personal médico infectado con ébola. Una lluvia torrencial retrasó el inicio de esas labores el lunes.
2014-10-06