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La justicia mexicana anunció este lunes una investigación contra tres altos funcionarios señalados de presuntamente estar ligados al robo y tráfico de combustibles, al tiempo que el gobierno aseguró que hay avances en la estrategia contra este delito.
Sin embargo, el plan del presidente Andrés Manuel López Obrador para acabar con las mafias de los hidrocarburos sufrió un revés al reportarse el robo al atardecer de un camión cisterna de la estatal Petróleos Mexicanos cargado con 25.000 litros de gasolina.
Hombres armados detuvieron el vehículo en una carretera del central estado de Guanajuato, obligaron a descender al conductor y se dieron a la fuga a bordo del mismo, informaron autoridades locales.
En la mañana, el fiscal general Alejandro Gertz, dijo en conferencia de prensa que "ya se judicializó el caso de los tres altos funcionarios de Pemex (…) que estaban a cargo del manejo de los ductos", aunque no precisó sus identidades.
Gertz destacó que se han abierto 1.700 expedientes de investigación por robo de hidrocarburos y que se han recuperado 4,5 millones de barriles de gasolina desde que se lanzó el plan en los últimos días de 2018.
Otras cinco personas investigadas por delito de lavado de dinero relacionado al robo de gasolinas fueron señaladas en el marco de pesquisas realizadas por la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) del ministerio de Hacienda, en coordinación con autoridades tributarias y de seguridad.
"Estamos en presencia de empresarios, pero también de servidores públicos como un exfuncionario de Pemex, un exdiputado local, un expresidente municipal", relacionados con la propiedad de gasolineras y la comercialización de combustible robado, dijo Santiago Nieto, jefe de la UIF.
Nieto añadió que se detectó lavado de dinero por 10.000 millones de pesos (unos 526 millones de dólares) en el sistema financiero mexicano provenientes del robo de gasolina.
A finales de diciembre, López Obrador anunció un plan para detener el robo de combustible, delito conocido en México como ‘huachicoleo’, que en 2017 ocasionó pérdidas por 60.000 millones de pesos (unos 3.000 millones de dólares).
El plan implica la vigilancia por parte de las fuerzas armadas de 50 puntos estratégicos de Pemex y catalogar el robo de combustible como un delito grave sin derecho a fianza.
La estrategia también incluyó cerrar los ductos que transportan la gasolina y trasladar el combustible en camiones cisterna, lo que ha generado retrasos de distribución y largas filas de automovilistas en las gasolineras.
López Obrador pide tranquilidad a la población y promete que la distribución de gasolina se normalizará.
Este lunes se registraron en Ciudad de México algunas gasolineras cerradas y, en otras, filas de automovilistas para cargar combustible, pero mucho menos largas que la semana pasada.
Analistas financieros y el Banco de México (central) advierten que, de continuar el problema, podría impactar en la economía mexicana, la segunda latinoamericana.
Algunos locatarios de la Central de Abasto -imponente mercado en Ciudad de México, donde se distribuye un tercio de la producción de hortalizas, frutas y verduras del país- han visto una disminución en el número de clientes por la falta de gasolina.
"Está muy lento, el domingo no hubo gran demanda porque toda la gente está haciendo filas en las gasolineras", dijo Antonia Rodríguez, una vendedora de 29 años, frente a un local donde exhibe frutas y verduras.
"Sí ha menguado un poquito (la venta) porque muchos se van a cargar gasolina y por eso es que aquí ya no llegan", añadió por su parte Manuel González, un locatario de 52 años.
Pese al impacto, una encuesta del diario El Financiero arrojó este lunes que el 89% de los mexicanos está de acuerdo en el combate al robo de combustible.
2019-01-15
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