Un marroquí de 70 años emprendió un viaje hasta Yemen para buscar a su hija que, embarazada y con dos niños, había perdido a su marido en una explosión y no podía abandonar la ciudad de Dammaj, situada en el noroeste del país, a causa de los combates que allí se estaban librando.
La historia la relata el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que califica de "conmovedora" toda la serie de peripecias que atravesó Hatem Ben Hammou para por fin reunirse con su hija Samira, quien llevaba cinco años viviendo en Dammaj.
Ben Hammou empezó a fraguar la idea de viajar a Yemen cuando recibió la noticia de que su yerno había muerto a causa de las heridas provocadas por la explosión de un obús, y a su hija, a la que no veía desde hace años, le resultaba imposible regresar a Marruecos.
"Me dijo que los combates le impedían abandonar la ciudad y yo le prometí que iría a buscarla", relata en unas declaraciones recogidas en la web del CICR, Ben Hammou, jubilado y con nueve hijos.
Tuvieron que pasar dos meses hasta que consiguió obtener un visado para poder partir desde su ciudad natal, Fez, hasta la provincia de Saada, en el noroeste del Yemen, donde está situada la ciudad de Dammaj.
Una vez en Yemen, este marroquí de origen bereber que apenas habla árabe y tenía problemas de comunicación en ese país, comenzó a telefonear a la Embajada de Marruecos en Yemen y a las autoridades para informarles de que estaba allí y de que no tenía intención de abandonar el país sin su hija.
El 4 de noviembre, Ben Hammou se enteró de que la Cruz Roja intentaría evacuar a varias personas gravemente heridas, y les suplicó que sacasen a Samira, embarazada de seis meses y con dos niños de uno y tres años de edad.
"Me quedaré sentado en esta piedra hasta que me traigáis a mi hija", les dijo.
Sin embargo, ese día la prioridad para la Cruz Roja eran los heridos, por lo que Ben Hammou se tuvo que quedar esperando.
La organización internacional tardó varios días en obtener las garantías necesarias para poder regresar de nuevo a Dammaj, y esta vez salieron de la ciudad con Samira y sus dos hijos siendo los primeros civiles no heridos en ser evacuados de allí.
El pasado 8 de noviembre, Ben Hammou se reencontró con su hija y sus dos nietos a los que nunca antes había visto. La familia fue enviada en avión hasta Sanaa, desde donde por fin retomaron el camino de regreso a casa. EFE