EFE
Más de 36 millones de españoles están llamados mañana a las urnas para elegir a los representantes del Congreso y Senado que elegirán al nuevo Gobierno, una cita electoral cargada de incertidumbre por el ascenso de nuevos partidos que han puesto contra las cuerdas al bipartidismo.
Los candidatos el presidente de Gobierno y candidato del PP (centroderecha), Mariano Rajoy, socialista Pedro Sánchez y el líder de Podemos (izquierda), Pablo Iglesias, y el líder del emergente Ciudadanos (liberales centristas) se preparan para enfrentarse este domingo a una reñida elección para las que se han dispuesto 210 mil urnas electorales repartidas por toda España, en una jornada que previsiblemente no se cerrará con un claro ganador.
Aunque las encuestas oficiales apuestan por el Partido Popular (en el poder, centroderecha) como la lista más votada, es muy probable que necesite el apoyo de otra formación para formar gobierno.
En segunda posición se encuentra el socialista PSOE, seguido de cerca por el emergente Ciudadanos (liberales centristas), y en cuarta posición, Podemos (izquierda), el partido nuevo, nacido del movimiento de indignados del 15-M.
PP y PSOE -que se alternan en el poder desde 1982-, asisten con cierto desconcierto a esta cita electoral sin pronóstico claro, generado por el auge de las dos nuevas formaciones que han sabido capitalizar el descontento de los “viejos partidos”.
Las elecciones regionales y municipales de mayo ya supusieron un ensayo general del evento de mañana: el PP ganó en número de votos, pero el partido recibió un duro golpe y perdió municipios y regiones claves, como la ciudad de Madrid.
Dado que en España no es previsible una “gran coalición” al estilo alemán entre PP y PSOE, las hipótesis de un posible pacto se inclinan porque el PP arregle un acuerdo con alguno de los emergentes.
La alianza más previsible sería con Ciudadanos, ya que Podemos se encuentra en las antípodas ideológicas del PP; y aunque Albert Rivera ha dicho que no apoyará un gobierno del PP, no se cierra a abstenerse para “facilitar” un gobierno.
Todas las conjeturas posibles se evalúan con cautela debido al alto nivel de indecisos -que la última encuesta oficial cifró en un 41%-, y los acontecimientos de una campaña electoral intensa y agitada.
Tras una legislatura marcada por la crisis económica y la corrupción, el inicio de esta campaña estuvo centrado en eldesafío soberanista impulsado en el Parlamentó catalán y la amenaza yihadista de los atentados de París.
2015-12-19