AFP
Los uruguayos van a las urnas el domingo para elegir al sucesor del popular José Mujica en comicios en los que la única certeza parece ser que la izquierda gobernante será la fuerza más votada, aunque podría perder la presidencia del país en una segunda vuelta.
Un total de 2,6 millones de uruguayos están habilitados para elegir presidente y a los 30 senadores y 99 diputados que integran el parlamento, además de pronunciarse sobre un plebiscito para bajar a 16 años la edad de responsabilidad penal.
Pero según todos los sondeos, ninguno de los candidatos obtendría más del 50% de los sufragios, por lo que los dos más votados tendrán que volver a enfrentarse en una segunda vuelta el 30 de noviembre.
"Hoy la certeza es el balotaje. No hay ningún partido que por sí solo tenga mayorías parlamentarias", dijo a la AFP Juan Carlos Doyenart, director de la consultora Interconsult.
La carrera por el sillón presidencial es liderada por el oficialista Tabaré Vázquez, un oncólogo de 74 años que se convirtió en 2005 en el primer presidente de izquierda del país.
Vázquez es la apuesta de la coalición Frente Amplio (FA) para mantenerse en el poder, pero los sondeos le otorgan entre 43% y 46% de la intención de voto, lo que no le alcanzaría para obtener la mayoría parlamentaria con la que la izquierda ha gobernado en la última década y que le permitió aprobar desde reformas impositivas y de la salud hasta la legalización del aborto y de la marihuana.
En su último discurso en la noche del jueves, antes del inicio de la veda que impide la propaganda electoral, Vázquez pidió "un voto de confianza que permita un tercer gobierno del Frente Amplio".
Sin embargo los deseos de Vázquez se ven amenazados por el candidato del Partido Nacional (centroderecha) Luis Lacalle Pou, un diputado de 41 años, hijo del expresidente Luis Alberto Lacalle (1990-1995), que con una campaña "por la positiva" y bajo el lema "Aire fresco", se posicionó como principal retador de la supremacía del FA.
Aunque Lacalle Pou reúne poco más de 30% de la intención de voto, ya ha anunciado que, de pasar al balotaje, buscaría el respaldo de Pedro Bordaberry, candidato del también tradicional partido Colorado (centroderecha), que se espera reciba entre 15% y 18% de los votos.
"Existiendo segunda vuelta, donde los blancos y colorados votan juntos, si el FA cae por debajo del 45% puede perder perfectamente el gobierno", advirtió Doyenart, que prevé un escenario "muy competitivo" hacia la segunda vuelta del 30 de noviembre.
Pese a un alza del PIB de 4,4% en 2013, completando 11 años de crecimiento, un desempleo en torno al 6% o la fuerte caída de la pobreza después de 10 años de gobierno, el Frente revela un desgaste natural, estimó Doyenart, mientras que Lacalle Pou encarna un cambio "no sólo por joven sino por el estilo".
Los "colorados", en tanto, confían en ser la sorpresa de la elección y que quien dispute el balotaje con Vázquez sea su candidato, Bordaberry, principal impulsor del plebiscito para bajar la edad de la imputabilidad penal.
Para ser aprobada esta iniciativa debe contar con el 50% más uno del total de votos.
En las elecciones del domingo se aplicará además por primera vez una ley de cuota de género que busca darle mayor participación a las mujeres en el escenario político.
Pese a la veda electoral que impide la propaganda, la campaña seguía el sábado de forma menos efusiva en las calles, con simpatizantes de los partidos movilizados con banderas, otros entregando listas y con arengas en las redes sociales, donde no está regulada la prohibición.
Asimismo, por aire, tierra y mar, miles de uruguayos llegaban este sábado desde la vecina Argentina, de Paraguay y hasta desde la lejana Venezuela para dar su voto al FA, que estima que se movilizarán unos 10.000 residentes en el exterior en un sistema electoral que impide el voto a distancia.
En el pequeño país sudamericano el voto es obligatorio y los comicios se desarrollarán desde las 8:00 de la mañana hasta las 7:30 del domingo.
2014-10-25