El Gobierno de Panamá rechazó por "inconsultas" las declaraciones de su embajador ante la OEA, Guillermo Cochez, quien pidió a ese organismo que no ignore la "potencial violación" de su Carta Democrática que supone la situación política en Venezuela.
"El Gobierno de Panamá rechaza categóricamente, por inconsultas las declaraciones brindadas por el embajador de Panamá ante la OEA, Guillermo Cochez, durante la sesión del Consejo Permanente en las que se refirió a la situación política interna de Venezuela", indicó la cancillería panameña en un comunicado.
El debate generado por la ausencia del presidente venezolano, Hugo Chávez, en su acto de investidura el pasado 10 de enero a raíz de su convalecencia en Cuba llegó hoy a la Organización de Estados Americanos (OEA), en donde pudieron observarse posiciones de los países del continente.
En ese sentido, la misiva oficial panameña señaló que hoy Cochez "actuó sin consultar con la Cancillería y, de manera improvisada, elaboró posiciones que distan mucho de ser la posición del Gobierno nacional".
El Ministerio panameño de Relaciones Exteriores informó que "ha impartido instrucciones a Cochez para que se abstenga de emitir declaraciones que no reflejan la posición oficial del Gobierno de Panamá", que preside Ricardo Martinelli.
"Panamá reitera que continuará su posición de respeto a los procesos políticos internos de los Estados, y, en el caso de la República Bolivariana de Venezuela, hacemos votos por el pronto restablecimiento de la salud del Presidente Hugo Chávez", indicó el comunicado de la Cancillería panameña.
El canciller panameño, Rómulo Roux, también se refirió al asunto a través de su cuenta en Twitter, donde escribió que la "intervención" del embajador Cochez en la Organización de Estados Americanos (OEA) "hoy no fue autorizada".
En la sesión ordinaria del Consejo Permanente del OEA de este miércoles, Cochez se refirió al caso venezolano y dijo que el secretario general del organismo, José Miguel Insulza, se había "precipitado a convalidar una serie de eventos sin precedente histórico".
Insulza indicó la semana pasada que respetaba "cabalmente" la decisión de los poderes judicial y legislativo de Venezuela de postergar indefinidamente la investidura de Chávez, de 58 años, en el poder desde 1999 y reelegido en los comicios de octubre pasado, hasta que se recupere de la cuarta operación del cáncer que lo mantiene convaleciente en Cuba, y consideró "resuelto el problema".
"Como resultado, y hasta que no corrijamos semejante entuerto, la OEA entera se ha visto cómplice involuntaria de una potencial violación de claros preceptos de la Carta Democrática Interamericana", señaló Cochez.
El embajador venezolano en la OEA, Roy Chaderton, en su intervención en la sesión, calificó a Cochez de "patán" y atribuyó sus acusaciones a una "alocada, persistente y patológica cadena de intromisiones en asuntos de democracia interna venezolana".
Chaderton argumentó que esas acciones obedecen a las órdenes que recibe "detrás de bastidores" de "la voz del amo", en una aparente referencia a Estados Unidos, al que Venezuela acusa de querer dominar la OEA.
En declaraciones vía telefónica a la emisora de radio panameña RPC, Cochez dijo que lo único que hizo fue criticar la posición de Insulza por "avalar" la situación venezolana y lamentó que la respuesta de Chaderton hayan sido "ataques personales".
"He recibido ataques personales que no tienen ningún sentido (…) cuando tú no tienes argumentos llegas a esos extremos tan baladíes", afirmó el embajador panameño.
En la sesión de la OEA, el embajador panameño no planteó ninguna acción concreta al organismo sobre Venezuela, lo que sí hizo Canadá, que sugirió una evaluación en el terreno a través de una misión encabezada por Insulza.
Debido a que no se encontraba en la agenda de la sesión, el reglamento de la OEA no permitió tomar por el momento decisiones sobre esa idea, que para ser tomada en cuenta deberá ser presentada formalmente por Canadá u otro país en la próxima sesión del Consejo, que aún no tiene fecha. EFE