Algunos líderes políticos y religiosos de Gambia se muestran convencidos de la necesidad de evitar la mutilación genital femenina (MGF) gracias a un trabajo de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y la Fundación Wassu sobre las consecuencias de esa práctica.
A ese respecto, la antropóloga Adriana Kaplan explicó hoy en rueda de prensa en Barcelona (noreste de España) que la MGF cuadruplica las probabilidades de sufrir complicaciones en el parto, tanto para la madre como para el hijo.
El estudio, basado en los casos de 572 mujeres gambianas, corroboran los datos obtenidos en trabajos similares realizados en otros países africanos pero, según Kaplan, era importante tener datos sobre Gambia, donde el 75 % de las mujeres han sido mutiladas, para convencer a los líderes locales.
La idea de elaborar el informe surgió de la vicepresidenta del país, Isatou Njie-Saidy, y a partir de allí las conclusiones se fueron trasladando "en cascada" hasta llegar a los profesionales sanitarios que tratan a las mujeres, a los imanes y a las comadronas.
"Los datos científicos han permitido convencer a los líderes religiosos, porque para palabras, ya tienen las de Dios", dijo Kaplan, quien expresó su satisfacción por el hecho de que el Coloquio de Imanes y Ulemas de África del Oeste emitiera una resolución (fatwa) contra la mutilación.
El objetivo final del proyecto es convertir a Gambia en el primer país de África con una estrategia global de lucha contra la MGF, asumida y sostenida por el propio Gobierno.
"Los avances son lentos porque estamos ante una tradición ancestral, pero los pasos son firmes", explicó Kaplan.
Para conseguirlo, en las facultades de medicina y enfermería del país se muestran las consecuencias de la ablación, que además de provocar complicaciones en el parto, puede causar dolores vulvares y relaciones sexuales dolorosas.
Hay distintos tipos de ablaciones; la mutilación de tipo I es la eliminación del prepucio del clítoris y la II el corte total o parcial del clítoris, a veces con corte de labios menores.
Estos dos tipos son los más comunes en el África Occidental, mientras que en la Oriental abunda la de tipo III, que es la ablación total con sutura de los labios de la vulva.
El programa de prevención de la MGF se lleva a cabo también en España y según los últimos datos disponibles -de 2009-, más de 10.000 niñas que viven en España están en riesgo de verse sometidas a una de estas prácticas.
"Todos los casos en los que los profesionales sanitarios han hecho una labor de prevención, antes de que las niñas viajen de vacaciones a África, han sido exitosos y no se ha producido MGF", aseguró Kaplan. EFE