Venezuela volvió a arremeter contra la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en una audiencia ante el órgano en la que pidió cambiar su sede y rechazó nuevamente la petición de los comisionados de visitar el país.
El representante venezolano para los derechos humanos, Germán Saltrón, reiteró sus críticas al funcionamiento de la CIDH en una audiencia en Washington, seis días antes de que los cancilleres del continente estudien cómo reformar el órgano en una Asamblea General extraordinaria de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Saltrón acusó a la Comisión de una "parcialización que puede ser demostrada fehacientemente" en su gestión de las denuncias de derechos humanos en el continente, debido a que ha sido "utilizada durante décadas por el Gobierno de EE.UU. y sus aliados para desestabilizar los regímenes progresistas".
Actualmente, la sede de la CIDH se encuentra en Washington, pero EE.UU. no ha ratificado la Convención Americana sobre los Derechos Humanos, el principal instrumento sobre la materia del continente.
Con ese argumento, Saltrón respaldó la petición del presidente ecuatoriano, Rafael Correa, para que la sede de la CIDH se traslade a otro país que sí haya ratificado la Convención, a través de la lectura del discurso que ese mandatario hizo en la conferencia sobre el tema que se celebró en Guayaquil el pasado 11 de marzo.
La declaración de esa conferencia pide la adhesión total de los Estados americanos a la Convención de Derechos Humanos, la financiación plena de sus organismos por parte de esos Estados y la igualdad en las relatorías que vigilan los derechos civiles.
Además, Saltrón reiteró las críticas que Venezuela ha repetido en los últimos años en varias audiencias ante la CIDH, a la que acusa de estar sesgada en su contra y de haber respaldado el intento de golpe de estado contra el Gobierno de Hugo Chávez en abril de 2002.
Hasta mediados de 2012, cuando Santiago Canton abandonó la secretaría ejecutiva de la CIDH, Venezuela había negado las peticiones del organismo de visitar el país y argumentaba que seguiría haciéndolo mientras él fuera el titular del organismo.
Sin embargo, en la audiencia de hoy, Saltrón dio a entender que la llegada del mexicano Emilio Álvarez Icaza a la secretaría ejecutiva de la Comisión no cambiará fácilmente el parecer del Gobierno venezolano ante las solicitudes de visita del órgano.
"Venezuela no se opone a la visita de la Comisión, pero el Estado ha solicitado que, para que se le otorgue, debe la Comisión realizar una autocrítica por no haberle otorgado unas medidas cautelares al presidente Chávez el día 12 de abril (de 2002) que solicitó la ONG colombiana Minga. Eso fue un error grave", indicó Saltrón.
El comisionado Felipe González, que emitió durante la audiencia una nueva solicitud de visitar el país, replicó que a lo largo de los años ha "escuchado diversas explicaciones para no aceptar la visita" y que ahora "aparecen otras".
"Una visita es el mejor mecanismo que tienen los organismos de derechos humanos para imponerse la cabalidad de lo que ocurre en un determinado Estado", insistió González.
La audiencia de hoy fue convocada por el propio Estado de Venezuela, con el fin de defender la situación de derechos humanos en el país ante la "campaña de denuncias fraudulentas que han mantenido a Venezuela desde 2003 en el Capítulo 4″ del informe anual de la CIDH, la llamada "lista negra" del continente, afirmó Saltrón.
"Estas denuncias sin fundamento de ONG venezolanas y extranjeras vienen siendo sistemáticamente acogidas por la Comisión y la Corte (Interamericana de Derechos Humanos) a pesar de que la mayor parte no están acompañadas por datos precisos", agregó.
La Comisión mantuvo además otras dos audiencias sobre la situación general de derechos humanos en Venezuela y sobre la situación de las personas privadas de libertad, pero estuvieron cerradas a la prensa por solicitud de los peticionarios. EFE