A lo largo del Parque Nacional Waraira Repano, cuya superficie es de 82.192 hectáreas entre Distrito Capital, Vargas y Miranda, se mantienen unos 25 kilómetros de cortafuegos que se pueden visualizar como amplios caminos sin vegetación y que tienen como función evitar que se propaguen los incendios forestales.
Así lo explicó el coordinador del Waraira Repano, Erick Lenarduzzi, quien agregó que como parte de las acciones que lleva adelante el Instituto Nacional de Parques (Inparques), antes de la época de sequía un grupo de trabajadores se encargaron de hacer el mantenimiento manual de estos cortafuegos.
"Desde octubre, un conjunto de trabajadores de Inparques se encargaron de limpiar cerca de 25 kilómetros de cortafuegos, por unos 50 metros de ancho, de manera manual, con una franja de unos 15 metros que va en suelo mineral. No queda ningún tipo de vegetación y se limpian desde esa fecha hasta mediados de febrero porque es un trabajo complicado", señaló.
Resaltó que también se realizan reparaciones en todo el sistema de uso masivo de agua, ya que hay un conjunto de tuberías e hidrantes a lo largo de todo el cortafuegos que permite usar el agua como uno de los elementos para el combate de incendios.
Entre otras acciones, cada año los Bomberos Forestales de Inparques reciben cursos de capacitación y se entrenan dentro del mismo parque, sobre todo para actuar en épocas propensas a que ocurran incendios, que es la temporada desde diciembre a abril, cuando la vegetación está más seca.
Extinción de incendios
En la extinción de los incendios forestales participan un conjunto de organizaciones voluntarias junto a los Bomberos del Distrito Capital y los Bomberos de Inparques, quienes llevan la batuta de las operaciones para el combate directo, bien sea con el uso de agua, con mangueras, motobombas, tanques, así como también con el uso de batidores, herramientas que se utilizan cuando el incendio traspasa las líneas de defensa del cortafuegos.
Asimismo, Lenarduzzi destacó la participación de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), a través de las operaciones helitransportadas, con las que se trabaja con mayor rapidez haciendo descargas de agua puntuales en los sitios de incendios cuyo acceso es más complicado, sobre todo en las cabeceras de los incendios.
Para este combate aéreo se utilizan dos sistemas: un helibalde (con capacidad de entre 1.000 y 2.000 litros de agua), y un dispositivo conocido como bambi bucket, que es una cesta con capacidad para 5.000 litros de agua, tirada por un helicóptero MI-17 de la Guardia Nacional Bolivariana, estas operaciones tienen tiempos de retorno de entre tres y cinco minutos entre una descarga y otra.
Etapas posteriores
Luego de la época de sequía, el mismo equipo de trabajo de Inparques realiza un conjunto de actividades para recuperar las áreas degradadas, en conjunto con la Misión Árbol, para reforestar el parque con especies autóctonas.
Lenarduzzi detalló que después de los fuertes incendios del año 2010 se plantaron cerca de 160.000 árboles; en 2011, cerca de 80.000; y en 2012, unas 75.000.
Las actividades de reforestación comienzan desde la última semana de abril hasta la primera semana de octubre, lo que permite que las plantas colocadas en el parque tengan mayores posibilidades de vivir en la temporada de sequía siguiente.
Dijo que durante los últimos años se han diseminado por el parque más de 5 millones de semillas, con el método de avíos, que son paquetes de tierra abonada que contienen puñados de semillas de especies autóctonas, estos paquetes se lanzan desde helicópteros del Grupo de Apoyo Aéreo de la Guardia Nacional Bolivariana en lugares de muy difícil acceso del parque nacional.
"El porcentaje de germinación de esas semillas es cerca de 45%, es decir, que estamos hablando de una reforestación masiva de unos tres años, que nos permite la recuperación de esas áreas degradadas. Pero adicional hay programas de educación ambiental que van dirigidos a las comunidades, los niños y adolescentes, políticas dirigidas por Inparques, que buscan enseñar a cuidar los recursos naturales y a evitar los incendios forestales".
En cifras
El ingeniero Lenarduzzi destacó además que para el año 2010, cuando en el país hubo una fuerte sequía, en este espacio natural se vieron afectadas de 2.500 a 2.700 hectáreas, mientras que en 2011 no hubo más de 50 hectáreas afectadas, y en 2012 hubo menos de 100 hectáreas afectadas.
"Este año tenemos una condición aparentemente regular en el clima, donde la sequía comenzó a finales de noviembre y aparentemente puede terminar a finales de abril, principios de mayo, de acuerdo con los datos del Inameh. Hemos logrado que este año los incendios afecten menos de 200 hectáreas por ahora y cada día vamos haciendo un trabajo de protección".
Comentó que como parte de la protección y resgusardo del parque mantienen acciones con el grupo de 45 guardaparques, 120 efectivos de la GNB que están ubicados en cada uno de los puntos de acceso del parque, y en momentos en los que las condiciones climáticas apremian, cuando aumentan los niveles de calor, cierran los accesos para evitar y disminuir los incendios.
Con respecto a esto en febrero de este año el Ministerio Público emitió una medida precauletar para la protección del Waraira Repano. La medida refiere que los efectivos castrenses deberán revisar a las personas que ingresen a los referidos espacios con bolsos, morrales y koalas, así como con cualquier otro instrumento en el que se puedan ocultar objetos y sustancias inflamables que puedan originar incendios.
Igualmente, los funcionarios deberán realizar recorridos continuos dentro del Parque a fin de verificar el cumplimiento de las medidas.
Atención de incendios
Este año se han atendido un total de 400 incendios forestales en el territorio nacional, sobre todo en los estados Zulia, Carabobo, Sucre, Mérida y Aragua.
El Ministerio para el Ambiente (Minamb), el Instituto Nacional de Parques (Inparques), Dirección Nacional de Protección Civil y Administración de Desastres, Guardia Nacional Bolivariana (GNB), Coordinación Nacional de Bomberos y la Administración de Emergencias de Carácter Civil son los encargados de actuar en estos casos, además de participar en la capacitación de la población, a través de talleres formativos.
Algunas investigaciones han demostrado que la principal causa de los incendios forestales radica en la acción indiscriminada del hombre, debido a la quema de basura y la limpieza de parcelas. Otra causa es el descuido de quienes hacen fogatas en los parques nacionales.
Estas quemas afectan los ecosistemas boscosos, los cuales inciden en el aumento del CO2, que contribuye con el calentamiento global.
Estos eventos ponen en peligro la vida, así como también dañan la flora, la fauna, el suelo y disminuyen el potencial de las cuencas hidrográficas para la producción de agua, entre otros efectos negativos. /AVN