El Proceso de Quito, plataforma fundada en 2018 por trece países de América Latina en apoyo a los migrantes venezolanos, presentó este viernes un balance de "buenas prácticas", acumuladas, pero alertó de que falta ayuda para atenuar la crisis.
Este mecanismo intergubernamental promovido por Ecuador en 2018 volcó en un documento las iniciativas adoptadas para atender el éxodo.
El documento cita a la Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes (R4V). El ente calcula que en mayo de este año "había 5,1 millones de venezolanos refugiados y migrantes en América Latina y el Caribe".
Destaca además que, gracias a "avances recientes de las políticas en materia de regularización en países como Colombia, Ecuador, Perú, Brasil, Chile o República Dominicana", para fines de este año "el total estimado de refugiados y migrantes regularizados alcanzará los cuatro millones de personas".
Se trata, en muchos de los casos, de personas que recorrieron "distancias físicas superiores a los 7.200 kilómetros a pie o por carretera.
Mejores prácticas
El documento resume las mejores prácticas de acogida adoptadas por los trece integrantes del Proceso de Quito: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guyana, México, Paraguay, Panamá, Perú, República Dominicana y Uruguay.
En ese capítulo subraya que la travesía de los venezolanos se alivió en al menos en ocho países (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Perú y Uruguay. Estas naciones en conjunto ofrecen "206 estructuras para la recepción temporal".
En ese punto, hay una mención especial a la "Operación Acogida", citada como "modelo y que Brasil puso en práctica junto a Naciones Unidas y organismos humanitarios en 2018, cuando se incrementó el flujo de venezolanos hacia el país.
Venezolanos son prioridad
Asimismo, valora que todos los países de la región dieron "prioridad" al "bienestar físico" de los migrantes. "En su totalidad" están contemplados en los planes nacionales de vacunación contra la covid-19.
Según el Proceso de Quito, a pesar de los esfuerzos de los países receptores, los migrantes siguen expuestos a "riesgos y carencias" en los planos laboral, educativo y socio-económico. También a las mafias "del tráfico y la trata de personas" y a brotes de xenofobia.
Asimismo, en la declaración final, se reafirmó "la necesidad de que se incremente el apoyo técnico y financiero internacional a través de un mayor compromiso por parte de los países donantes, instituciones financieras internacionales, actores de desarrollo y el sector privado".
Ese punto se justifica en el hecho de que el éxodo venezolano no cesa y se teme que aún se incremente en el corto plazo.
Plan de ayuda humanitaria
Esa demanda la planteó la ONU, que esperaba para 2021 cerca de 1.440 millones de dólares aportados para un plan de ayuda humanitaria. Esta iniciativa tenía por nombre Conferencia de Donantes, pero finalmente recaudó sólo el 43 % de esa cifra.
El dedo en esa llaga lo puso en Brasilia el director general de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Antonio Vitorino. En un mensaje enviado a la reunión instó a "la comunidad internacional a continuar solidarizándose con los migrantes venezolanos".
En ese marco, Vitorino pidió "celebrar una nueva Conferencia de Donantes, que permita consolidar los esfuerzos de los países receptores" de América Latina.
Según el diplomático brasileño Franco de Carvalho Neto, se debe "apostar en la fuerza de la cooperación". "Trabajar con afinco para aliviar el sufrimiento y dar oportunidades a quienes lo necesitan".
El objetivo final, apuntó, es que "en el futuro", la tarea del Proceso de Quito sea "apoyar el retorno voluntario, digno y seguro de los venezolanos a su país".
Sigue nuestro canal en Telegramhttps://t.me/Diario2001Online