Andreina Domínguez U. | [email protected]
Antes de despedir este 2017, el Gobierno y la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) apuestan por un nuevo intento de diálogo, y ante esa realidad, expertos en la materia aclaran que ambas fuerzas políticas dan ese paso -precisamente en estos momentos- porque “tienen mucho que perder”.
“En toda negociación opera como base el estímulo de cada actor. La oposición precisa urgente conseguir una fecha de las elecciones presidenciales en condiciones más o menos favorables. El Gobierno necesita que la oposición, por medio de la Asamblea Nacional -única instancia legislativa reconocida internacionalmente-, le apruebe los créditos o endeudamiento”, expresa Luis Medina, vicepresidente de la Asociación Venezolana de Consultores Políticos.
El politólogo explica que tanto el oficialismo como aquellos que lo adversan tienen puntos a favor y en contra para sentar las bases de las venideras conversaciones. Recalca que las sanciones a figuras prominentes del gobierno favorecen a la oposición mientras que las convocatorias exprés de las contiendas electorales, lo son para el Gobierno, por esa razón se buscará “un punto intermedio” en este proceso.
Sin embargo, uno de los interrogantes que surge es: ¿Cómo garantiza la MUD que esta vez sí habrán resultados concretos y favorables para la población cuando ha denunciado en reiteradas ocasiones que el Gobierno no cumple los acuerdos? Medina responde que la única manera de que se lleguen a términos de “coincidencia concertada” es que se genere un reconocimiento entre las partes.
“La concreción de cualquier acuerdo pasa por entender y hacer concesiones: Al Gobierno le toca permitir que la condiciones de participación para un proceso electoral no pueden seguir bajo el ventajismo (convocatorias del proceso sin fechas fijas, reubicación y cambios de centros a 48 horas de la elección e inhabilitaciones) y a la oposición le corresponde conceder el reconocimiento del Gobierno y sus instituciones”, enfatiza al tiempo que proyecta altas posibilidades de que se produzca un acuerdo, pero es porque ambos sectores tienen mucho que perder de no hacerlo.
MUD busca legitimidad. Gabriel Reyes, analista político, asegura que los voceros de la Unidad Democrática aceptan sentarse nuevamente a dialogar para mantener su vigencia. El también profesor de opinión pública afirma que la dirigencia opositora está pagando ese costo político porque sabe que sus días están contados pues “su legitimidad ha sido duramente cuestionada”.
Para Reyes la MUD no tiene nada que negociar en este “diálogo repetido”. “Tal vez por eso le llaman proceso facilitación pero quisiera saber qué es lo que están facilitando”, cuestiona el experto, quien estima que estos nuevos encuentros serán tan estériles como los anteriores.
2017-11-10