Jesús M. Gambús | [email protected]
De alarmistas, profetas del desastre y "come flores", los grupos ambientalistas y los expertos en materia energética terminaron siendo vanguardia y referencia en la denuncia de los severos cambios del planeta.
Hoy, ante la severa crisis eléctrica que golpea al país y lleva al Presidente Nicolás Maduro a solicitar ayuda a los expertos de las Naciones Unidas, obliga a pasar revista a la región que por igual ha recibido los embates del fenómeno de El Niño, pero que con diligencia se le prendió el bombillo y convirtió los consejos, estudios y proyecciones en políticas de Estado, aprovechando recursos propios y privados.
Claridad en la calle. En otra distribución de cargas, se reafirmó que Venezuela, a pesar del déficit, continúa enviando electricidad a Brasil.
Lo más criticable es que la venta se haga a un precio de 43 dólares el kilovatio, cuando el precio internacional sobrepasa los $ 300, de acuerdo a la denuncia de Noel Álvarez, coordinador nacional del movimiento Generación Independiente (Gente).
Brasil continúa en deuda con sus proyectos eléctricos. Tras la crisis de 2001 trazó planes para construir 55 centrales eléctricas de gas con una capacidad total de 22 GW, pero solamente 19 centrales eléctricas fueron erigidas, con una capacidad total de 4.012 MW.
No obstante, Brasil es el tercer productor hidroeléctrico más grande del mundo, después de China y Canadá.
Medallero eléctrico. Si hubiese una Olimpíada de los países más previsivos en el tema, Chile se llevaría las medallas.
La deficiencia eléctrica que padeció en los noventa, con la irrupción del fenómeno de El Niño, obligó a Chile a no hacer oídos sordos a los expertos y meteorólogos.
La respuesta a las sequías periódicas, responsables de la insuficiente energía, y de los constantes apagones, fue la diversificación con las centrales térmicas a carbón, para no depender de las hidroeléctricas.
La previsión fue más allá, y recientemente la iniciativa privada ha puesto a andar su proyecto Cielos de Tarapacá, con una inversión estimada de USD 900 millones.
La apuesta chilena consiste en desarrollar una planta solar fotovoltaica de 600 MW- AC, que cumplirá con la generación de energía “competitiva, limpia, confiable y renovable”.
La planta dispondrá de la tecnología de tracking que seguirá la trayectoria solar de oriente a poniente. Se estima que será la más grande del mundo.
Bolivia exportadora. El gobierno de Evo Morales tiene entre sus planes convertir a Bolivia en el centro energético de Suramérica. A partir de 2017, Bolivia exportará a Argentina 440 megavatios (MW), un tercio del consumo actual del país.
2016-04-27