La hiperinflación venezolana ha afectado a todos los sectores de la economía, incluyendo al ámbito funerario. Morir en un país con una crisis financiera "indomable" es todo un reto para una población que no percibe los recursos necesarios.
De acuerdo con informaciones, el gasto funerario en el territorio oscila entre los 120 a 300 dólares. Aunque la nación está anclada en un dólar de facto, la mayoría de las personas no cuentan con el acceso necesario para cubrir los gastos. Muchos individuos han optado por obviar el proceso funerario e ir directamente al entierro.
Cumplir con el entierro del fallecido implica gastar al menos 60 dólares en el ataúd. Este, está fabricado en madera. Sin embargo, si el familiar del muerto desea un ataúd de lujo, puede costar unos 300 dólares. Estos montos no incluyen proceso de cremación (si aplicara). Además, tampoco cubre aranceles por sepultarlo.
El servicio básico de un velorio se encuentra entre los 120 dólares. Esto incluye: traslado funerario, ataúd sencillo y protocolo de tres horas. Existen ciudadanos que no cuentan con ningún tipo de opción para sepultar a sus seres queridos. Por tanto, deciden buscar ayudar gubernamental. Otra alternativa es reunir fondos entre los conocidos del fallecido.
Arturo Medina, presidente de la Cámara de Funerarios de Lara, explicó que el sector funerario está abatido por la crisis financiera. Señaló que los servicios han disminuido en un 70 por ciento. Por su parte, la cremación puede estar entre los 140 dólares. Esto dependerá de la causa de la muerte. Por ejemplo: si la persona murió por la COVID-19, el costo es mayor.
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2021-02-05
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