Daniela Zarzalejo
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"Ya estoy empezando a odiar el piso de Cruz Diez" sentenció Yudimar Prieto, de 25 años, en el Aeropuerto Internacional de Maiquetía. Lleva esperando desde el 26 de mayo, ocho días hasta ayer, por el despegue a Buenos Aires con la aerolínea Conviasa.
La empresa estatal canceló sus vuelos con destino a Madrid, España y Buenos Aires, Argentina a principios de mayo. Los viajes pautados desde el 5 de mayo hasta el 15 de junio no partieron y los pasajeros de ambos aviones quedaron varados sin solución de las autoridades.
Un campamento informal construido con cobijas, almohadas y maletas se instaló frente al mostrador de la aerolínea. Los pasajeros se niegan a irse y quienes lo han hecho, han conseguido otras alternativas para viajar o decidieron quedarse en el país hasta reprogramar los vuelos.
Muchas versiones que justifican la cancelación son las que los viajeros han escuchado. Desde que "no hay aviones suficientes en la aerolínea" , pasando porque "no tienen gasolina", hasta que "no los dejarían aterrizar en Buenos Aires porque los deportarían", pasaron por sus oídos.
Yudimar es de Maracaibo y desde el pasado 27 de mayo planeaba comenzar su vida desde cero en territorio argentino. La estadía en el aeropuerto la obligó a formar amistades que harían su espera más llevadera.
"Yo me vine porque, según la página web de Conviasa, nuestro vuelo no estaba cancelado. Cuando llegué aquí, me encontré con que ya había personas varadas de los vuelos del 14 y 19 de mayo", dijo.
El cansancio, la molestia y la decepción no se borraban de la cara de Yudimar ni de los otros viajeros. Con indignación contó al Diario 2001 que ni las autoridades del aeropuerto ni las de Conviasa les han ofrecido "ni siquiera agua" o comodidades como alojo en hoteles cercanos.
"Decidí unirme con otro grupo que venía separado e hicimos una protesta pacífica en todo el aeropuerto para pedir respuesta. Al ver eso, las autoridades nos pusieron un piquete de la Guardia Nacional y luego quedaron 3 militares para, supuestamente, cuidarnos", explicó la joven.
La viajera denunció que los efectivos de seguridad los "intimidaban" al escuchar las conversaciones telefónicas e invadirles el espacio donde pernoctan.
"Aquí hemos hablado reiteradas veces con la gerente de Conviasa, que nos dijo que sí íbamos a salir, nos dio esperanzas, pero fueron tumbadas por el gerente comercial Hamilton Ramos. Nos dijo que era mentira que íbamos a volar, y que nos quedamos aquí por gusto", precisó.
Hasta el viernes 2 de junio había 66 personas pertenecientes al vuelo de Buenos Aires esperando por respuesta. Muchos han contado con los recursos para comprar otro pasaje, pero a otros, como el caso de Yudimar, les queda esperar.
Neydim Torres, de 27 años, también se iba del país con su novio. Sus esperanzas fueron frustradas ese 26 de mayo. "Gracias a Dios yo soy de Caracas y mi familia y la de mi novio han venido a traernos comida, pero el aseo personal ha sido lo más incómodo. Aquí no nos han ofrecido ni los baños, no se han preocupado por nosotros", afirmó.
"Íbamos a poner una denuncia, pero nos dijeron que no valía la pena porque es Gobierno con Gobierno y no nos iban a solucionar", agregó.
A Yudimar y Neydim no les quedó otra opción que elegir viajar a Bogotá y luego a su destino final. Sin embargo, deben conseguir el dinero para comprar el nuevo pasaje. Según las pasajeras, Conviasa "nos prometió que nos mantendría el vuelo Caracas- Buenos Aires, que lo único que tendríamos que pagar es la conexión de Bogotá, esperaremos a ver si es verdad", explicaron.
La próxima semana, la maracucha tendría que asistir a la cita para el DNI (certificado de nacionalidad vigente para extranjeros), además, debe viajar antes del 22 de junio, fecha en que se le vecen los antecedentes penales en Venezuela.
"Yo me voy a regresar a Maracaibo para reunir el dinero e irme otra vez. No sé cuánto tiempo me tomará eso", añadió.
"El daño psicológico y emocional nadie lo va a reparar. Hemos vivido muchas cosas, han jugado con nosotros. A los del vuelo del 19 los obligaron a viajar con una sola maleta y a Conviasa no les importó que tu vida, que se resume a dos maletas, ahora tenía que reducirse a una", se lamentó Neydim.
Para ella, dormir ahí, con incertidumbre e indignación ha sido lejos de lo fácil. Asegura que solo le queda comprar el pasaje a Bogotá.
De Cuba a Madrid
Rodolfo Delfs tiene 18 años y vive en España con su familia. Viajó a Venezuela para "finiquitar unos papeles" con su mamá. Están durmiendo en el aeropuerto desde el 22 de mayo, cuando saldría el vuelo Caracas- Madrid.
"Cuando llegamos aquí nos dijeron que el vuelo estaba cancelado con la excusa de que nos habían mandado un mensaje dos días antes. Pero nunca nos llegó nada, además la aerolínea debe comunicar al menos 7 días antes", denunció Rodolfo.
Él y su mamá han sacrificado las tres comidas diarias por una sola. Tienen que gastar hasta 20.000 bolívares solo en el almuerzo. "He tenido que pedir dinero prestado a varios amigos porque aquí todo es más caro. Todo lo que teníamos aquí lo vendimos y no tenemos otro sitio donde quedarnos", apuntó.
"Tuvimos que negociar con Conviasa y compramos el pasaje más barato para Cuba y luego a Madrid, pero eso será el 8, o sea tenemos que quedarnos cuatro días más aquí", destacó.
"Desde que estamos aquí nos dijeron que van a reembolsar, pero yo no cuento con ese dinero", concluyó.
"No al reembolso"
Un comunicado oficial emitido por la aerolínea asegura que los pasajes comprados desde el 5 de mayo hasta el 15 de junio serían reembolsados "debido a la suspensión temporal de los vuelos Caracas- Madrid y Caracas- Buenos Aires".
Una familia de cinco personas gastó aproximadamente 1.200.000 bolívares por cada pasaje en una agencia de viajes. El precio oficial es de Bs. 750.000 y la aerolínea solo está dispuesta a devolverles ese monto.
"Eso no me sirve porque ya eso se devaluó, además me estaría faltando una cantidad importante que no me van a dar", denunció uno de los miembros.
La empresa destacó en el texto que la operación se realizaría desde el 30 de mayo por terminal de número de cédula en el aeropuerto de Maiquetía de lunes a jueves de 9:00 a 4:00 y viernes hasta las 2:00.
2017-06-03