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Área verde, pero zona roja, en el Parque Nacional "Waraira Repano" por la inseguridad

Viernes, 16 de febrero de 2018 a las 08:00 pm
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Joseph Alicia Seijas|[email protected]

El parque nacional Waraira Repano, coloquialmente conocido como Parque Nacional El Ávila o simplemente El Ávila, es uno de los lugares de recreación más concurrido en la capital venezolana, por no decir que es el mayor parque natural de Caracas, el cual se ha convertido en los últimos meses en un centro para la delincuencia.

Muchos son los que visitan El Ávila para ejercitarse a lo largo de la semana, o para pasar un rato relajado rodeado de bosques y cascadas. El parque era un punto de encuentro ameno para más de un caraqueño, el lugar ideal para para escapar del bullicio de la ciudad.

Sin embargo, la afluencia de personas se ha visto reducida desde que iniciaron los actos delictivos en la zona. Quienes la frecuentan aseguraron que la presencia de la Guardia Nacional se limita primordialmente a los fines de semana, cuando la cantidad de gente es mayor; e incluso, en algunas ocasiones, se dedican a revisar los bolsos de quienes entran al área en busca de fósforos, yesqueros u objetos que puedan contaminar el ambiente.

Miguel Casanova, excursionista, aseguró que zonas como Los Venados es la única que cuenta con mayor seguridad a lo largo de la semana al tener la presencia de numerosos guardabosques que resguardan la zona. “Es triste lo que está pasando. Estos lugares son para despejar la mente y pasar un tiempo tranquilo”, agregó.

Por otro lado, Zachali Tarazona, residente de la zona que frecuenta el parque, dijo que suele encontrar funcionarios de la GNB en la entrada del sector Sabas Nieves cuando sube los fines de semana, sin embargo, a lo largo del recorrido nunca se ha encontrado con uno.

“Desde mi niñez he subido a El Ávila con mi familia y amigos, por lo que siempre lo consideré un lugar seguro; pero en los últimos años he notado que ya no es lo mismo, uno tiene que tomar precauciones.” agregó.

Celia Grosaus, otra de los entrevistados, aseguró visitar el parque con poca frecuencia en los últimos meses, puesto que ha sabido de los constantes robos y prefiere prevenirse. Añadió además que solo durante temporadas altas se puede ver la presencia de funcionarios en puntos estratégicos a lo largo del recorrido.

Beatriz Fernández, quien reside en los alrededores del sector Sabas Nieves, aseguró que fue testigo de cómo una decena de personas fueron víctimas del robo en el área de las pesas, luego de que un antisocial los amenazara con un arma el pasado mes de diciembre. Agregó que las personas huían en busca de un funcionario a quien acudir y que solo pudieron dar con uno en la entrada. Los funcionarios no dieron con el paradero de los delincuentes.

Además, algunos excurcionistas que concurren frecuentemente a la zona, aseguran de la existencia de cuevas que los delincuentes utilizan como guarida para esconderse y repartir su “botín” del día.

Estos testimonios tomaron mayor ponderación cuando el pasado año, durante una misión de rescate de una joven desaparecida, fueron encontrados billeteras, aparatos electrónicos, cámaras, ropa y equipaje escondidos entre la maleza de un campamento clandestino en la ruta que va desde La Silla hasta el Pico Occidental.

Por otro lado, Adriana Gónzalez, campista que frecuenta el parque, aseguró que existen puntos en donde es más propenso sufrir un atraco, como lo es la subida desde Sabas Nieves al Pico Occidental, y desde este hasta el Hotel Humboldt, pasando por el Lagunazo; puesto que estos son las zonas más transitadas por los turistas. Mientras que el camino después de La Silla, o el Pico Naiguatá, son díficiles de transitar por lo que “Ni la gente, ni los malandros quieren subir por ahí.”aseguró.

Endher Ramírez, quien fue víctima de robo hace algunos meses, aseguró que los antisociales aparecieron “de la nada” y le arrebataron el bolso donde tenía todas sus pertenencias. “Eran unos chamitos. Fue tan rápido que no pude ni asegurar si tenían un arma.” dijo. Además, agregó que en diciembre secuestraron a un hombre que estaba saliendo del parque por el sector de Sabas Nieves.

Por otro lado, Yury Escalante, quien ha subido por zonas como Cotiza o la entrada del San Bernandino, afirmó que no hay nada de seguridad. “Por el San Bernandino nunca he visto ni un guardia”, manifestó.

Además de senderismo, existen zonas destinadas para acampar como lo son: La Julia, Sabas Nieves I, Sabas Nieves II y el Área Recreativa Los Venados. Las cuales cuentan con la presencia de guardabosques que velan por la seguridad de los campistas y el cuidado del parque.

Además, estas son las únicas áreas permitidas actualmente y hasta el mes de junio para la pernocta en los lindero del parque, mientras que otras como: Las Culebrillas, Ayala, Galindo, Estribo Duarte, Cachimbo, Sebucán, las rutas de Pajaritos-Los Reventones, Quebrada Quintero-Pajaritos y Pajarito-Sebucán, estarán restringidas en la época de sequía.

Asimismo áreas, como Chacaíto, Lomas de Cuño, Lomas de Viento, Papelón, la ruta cortafuego entre Lomas del Viento y Chacaíto, la ruta Zamurera-Papelón, Papelón-Hotel Humboldt, Los Pinabetes, y la ruta de la Fila Maestra desde el Hotel Humboldt-Pico Naiguatá, Picacho de Galipán y Catuche estarán cerradas en este período.

En general, la mayoría de los entrevistados aseguraron sentirse seguros en el parque, siempre y cuando vayan en compañía o haya gran afluencia de personas, como lo es los fines de semana. Sin embargo, entre semana, muchos no se arriesgan en llegar más allá de Sabas Nieves por miedo a encontrarse con delincuentes.

Igualmente, todos concordaron que es necesario aumentar el número de funcionarios en el parque, el cual es un lugar emblemático dentro de la capital y para Venezuela por su hermoso paisaje.

2018-02-17

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