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El Gobernador del estado Miranda, como es costumbre hizo pública su columna dominical la cual tituló: “Ahora son las mafias”.
En el escrito Capriles Radonski, señala los problemas que se han desbordado en cuanto al control de contrabando entre la frontera colombo-venezolana, la cual ahora tiene un horario establecido para poder operar, mientras que más 17.000 funcionarios de las Fuerza Armada Venezolana resguardan la zona.
Consideró que el Gobierno nunca asume su culpa ante los problemas. “En vez de asumir su responsabilidad, optan por trasladarla y achacársela a otros”.
Resaltó que “sabemos que detrás de esas “mafias” están algunos enchufados, el propio gobierno guisando y haciéndose ricos a costa de las necesidades de otros”.
Es por ello que catalogó de “estupidez” cerrar la frontera. “Pensar y hacer creer que cerrando la frontera se resolverá el contrabando y por ende el drama de la escasez en nuestro país. Cerrar la frontera es como cerrar las calles para que no haya inseguridad. O cerrar los hospitales para que no haya enfermos. Esta decisión es otro ejemplo del fracaso y tratar de tapar tanta incapacidad”, reseñó.
Lea la columna completa:
Cada vez que los problemas desbordan la capacidad de “control” del gobierno, en vez de asumir su responsabilidad, optan por trasladarla y achacársela a otros. Tal y como si se tratara de una práctica de Estado en nuestra Venezuela: la culpa nunca es de ellos.
Comenzaron diciendo que la crisis en nuestro país es producto de la guerra económica que dirige el Imperio, el Capitalismo y/o agentes externos. También responsabilizaron a empresarios y comerciantes. Ahora resulta que son las “mafias” y los contrabandistas.
¡Y, ojo! No estamos justificando a esas personas, más bien hay que escudriñar, indagar, averiguar quién o quiénes están detrás de esas “mafias”. ¿Quiénes las dirigen? Quiénes son los que chantajean y juegan con las necesidades del pueblo, ese mismo pueblo al que el gobierno le niega oportunidades y esas “mafias” aprovechan para reclutarlos.
Nuestra Venezuela necesita ser gobernada por gente seria, servidores que realmente enfrenten los problemas y no busquen salidas irreales |
Además, el gobierno tiene la obligación de explicar al país, cómo pasa el contrabando por nuestras fronteras, si están militarizadas. Los venezolanos no somos tontos y sabemos que detrás de esas “mafias” están algunos enchufados, el propio gobierno guisando y haciéndose ricos a costa de las necesidades de otros.
Por eso catalogamos como una verdadera estupidez pensar y hacer creer que cerrando la frontera se resolverá el contrabando y por ende el drama de la escasez en nuestro país. Cerrar la frontera es como cerrar las calles para que no haya inseguridad. O cerrar los hospitales para que no haya enfermos. Esta decisión es otro ejemplo del fracaso y tratar de tapar tanta incapacidad. El problema de la frontera es consecuencia del modelo, de la complicidad del gobierno y de la impunidad.
Sin duda, esta decisión que, por cierto, tomó de manera unilateral el gobierno de Nicolás, fue con la finalidad de evadir, como siempre, su responsabilidad y para hacer creer a nuestro pueblo que están haciendo algo para “solventar” los entuertos económicos que ellos mismos generaron.
Estamos seguros que si el gobierno ofreciera oportunidades, el escenario en nuestros estados fronterizos sería otro. Si este gobierno no hubiese destruido el campo, las industrias y la producción nacional, la realidad es que hoy produjéramos muchos productos Hechos en Venezuela no solo para cubrir el mercado nacional, sino para que cientos de camiones salieran de nuestro país cargados de alimentos, medicinas, artículos para la limpieza y el cuidado personal, además de combustible para exportar.
Pero lejos de rectificar, las soluciones y los anuncios de nuevas medidas económicas no garantizan un viraje, sino seguir manteniendo el mismo modelo que ha conducido a nuestra Venezuela al caos económico más dramático de la historia de nuestro país. La crisis económica sigue y seguirá hasta que no se produzca un cambio en nuestra nación.
Como solución al problema con el combustible, en una reunión de la Comisión de Energía de la Asamblea Nacional, la bancada oficialista propuso lanzar “soluciones electrónicas”. Pretenden implementar un chip en todos los rincones de nuestro país, como una manera de racionar el consumo de gasolina. Un racionamiento que no se justifica, al igual que el aumento, cuando el gobierno regala anualmente 7 mil millones de dólares de nuestro petróleo a intereses extranjeros.
Los venezolanos estamos en todo nuestro derecho de exigir al gobierno que deje la regaladera. Nuestro pueblo no tiene por qué pagar el subsidio a gobiernos extranjeros por razones políticas. Además debemos preguntarnos por qué la insistencia de quienes están en el gobierno de implementar esos chips. ¿Quiénes están detrás de las empresas que distribuyen esos chips? ¿Cuántos dólares deja ese negocio?
Tanto que se jactan y hablan de la patria, esa no es la patria que quería nuestro Libertador, Simón Bolívar. Nuestra Venezuela necesita ser gobernada por gente seria, servidores que realmente enfrenten los problemas y no busquen salidas irreales. Por allí algunos de los “genios” de este gobierno insisten en vender Citgo, como una solución a la escasez de dólares.
Ellos no pueden unilateralmente vender Citgo. Pdvsa es de todos los venezolanos y una decisión como esa pasa necesariamente por la aprobación del pueblo venezolano.
Hoy, además somos una economía de puerto, que importa más del 80% de los bienes y servicios que consumimos. Cuando tenemos tierras, recurso humano y todo lo necesario para ser un país productor y exportador. Cuántos recursos le entrarían a nuestro país y pudieran invertirse en los venezolanos, si activamos la producción nacional.
La crisis económica sigue y seguirá hasta que no se produzca un cambio en nuestra nación |
Seguiremos insistiendo en que la única manera de superar la crisis económica es que el esfuerzo público y privado se ponga de acuerdo, para generar la confianza necesaria y atraer la inversión. Con más alcabalas, controles y más corrupción no se resuelve el caos económico. ¿La verdad? Es que con este modelo no saldremos nunca de la crisis. El drama de la escasez y la inflación sí se puede resolver. Basta con poner a producir nuestro campo, nuestras industrias y todas las empresas expropiadas que hoy no producen.
Esto tenemos que explicarlo en todos los rincones del país. Que todos los venezolanos asumamos el camino que hay que transitar para salir del caos en que nos encontramos y presionemos hasta alcanzarlo. Una tarea de mucho trabajo, pero que nos permitirá lograr el ansiado cambio. Vamos que juntos sí podemos. ¡Que Dios bendiga a nuestra Venezuela!
2014-08-17