JESÚS M. GAMBÚS | [email protected]
Las cartas están echadas. La matemáticas entran en juego para contar por adelantado quiénes suscriben la idea del Legislativo venezolano, y quienes no.
Hay actores nuevos en la OEA. También hay votos como los del Caricom que, tras inclinarse hacia Guyana, en el caso del Esequibo, no son hoy tan predecibles.
La hoja de ruta de la AN parece haber calculado los vientos que soplan por riberas del Potomac.
El secretario de Estado de EEUU John Kerry precisaba hace días que todos estaban preparados para un diálogo pleno y “para ayudar a que Venezuela vuelva a ponerse de pie económicamente, pero tenemos que tener una autoridad ejecutiva en Venezuela que esté dispuesta a respetar a la gente y respetar el ejercicio de la ley”.
En el juego de cartas, el senador republicano Marco Rubio, promotor de las sanciones a altos funcionarios del chavismo, estaría negociando con la Casa Blanca, para levantar el bloqueo que mantiene desde hace casi un año sobre la nominación como embajadora en México de Roberta Jacobson a cambio de una reconsideración de las sanciones de EEUU a Venezuela.
Cartas con muchos remitentes
Washington vuelve a ser terreno fértil para dirimir las diferencias del Gobierno y la oposición venezolanos, en la “hoja de ruta” trazada desde los espacios de la Mesa de la Unidad (MUD).
Mañana, una delegación parlamentaria encabezada por el presidente de la Comisión de Política Exterior de la Asamblea Nacional Luis Florido llegará a la capital estadounidense para iniciar contactos en busca de activar la Carta Democrática que excluiría temporalmente del sistema interamericano a Venezuela.
El objetivo central del grupo será la reunión con el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) Luis Almagro, que abriría la posibilidad de que los miembros del organismo hemisférico consideren aplicar la Carta Democrática, un recurso sancionatorio contra los países que se han salido del carril.
Crisis. En otra carta, el comunicado emitido este lunes, la avanzada política adelantó que expondrá en Washington “la grave crisis humanitaria y política”, la situación de los políticos presos y el “bloqueo del Tribunal Supremo de Justicia” al Parlamento, entre otros temas.
Florido dijo en el comunicado que toda esta situación de crisis ha obligado a la Cámara “a explorar los diversos mecanismos que tiene la OEA para garantizar la democracia”.
Lobby. El grupo conformado por Florido, Ángel Medina, William Dávila, Delsa Solórzano, Richard Blanco y Timoteo Zambrano, todos representantes de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), viene desarrollando un amplio lobby por parlamentos de países vecinos, en busca de contar con los apoyos necesarios. Esas instancias los han llevado a Chile y Brasil.
Artículo 20. La acción parlamentaria ante la OEA echa raíces en el artículo 20 de la Carta Democrática, que reza: “En caso de que en un Estado Miembro se produzca una alteración del orden constitucional que afecte gravemente su orden democrático, cualquier Estado Miembro o el secretario general podrá soli-citar la convocatoria inmediata del Consejo Permanente para realizar una apreciación colectiva de la situación y adoptar las decisiones que estime conveniente”.
Moral. La condena del comportamiento antidemocrático del Gobierno representa un triunfo para los sectores democráticos pero, a su vez, le daría argumentos para presentarse como víctima de la conspiración internacional que ha denunciado.
El plan B de Maduro ya está en la mesa con las recientes declaraciones del embajador venezolano ante el organismo Bernardo Álvarez, quien aseguró que la invocación de la Carta Democrática Interamericana “se convertiría en un intento de usurpar la autoridad y soberanía del Estado y en el desconocimiento de su gobierno”.
Álvarez expresaba, además, que no existe situación alguna que deje a la vista una ruptura o alteración del orden constitucional.
2016-04-26