Pedro Eduardo Leal
El Radar de los Barrios viene “con todos los hierros a posicionar el bien común como centro de la actividad política”, así lo asegura Jesús “Chuo” Torrealba en la entrevista que le hacemos tras escasa semana y media de su designación como Secretario Ejecutivo de la “Mesa de la Unidad Democrática”.
Conocido tras destacarse haciendo periodismo comunitario, y es que estuvo casi una década saliendo al aire todos los días desde un barrio diferente reseñando los problemas que padecen “en la base de la pirámide”, como denomina a los más desposeído; viene a convertirse en los ojos y oídos de estos en el espacio donde la oposición define la política.
Para Torrealba, el país atraviesa una coyuntura realmente complicada, por lo que los ciudadanos exigen a los partidos políticos ubicarse a la altura de la crisis y avanzar juntos para que más que oposición sean nuevamente alternativa. “Ese mandato está claro y los partidos están respondiendo”, agrega.
Consciente que en este país pueden amar a los líderes políticos cuales estrellas de rock para en tres semanas odiarlos, dice que si su trabajo permitirá que de una vez por todas se encuentren el liderazgo político partidista con el liderazgo social, “bien valdrá la pena el riesgo que corre”.
¿Qué viene a ofrecerles el hijo de la costurera y del comunista?
Yo, muy orgulloso de mis ancestros por cierto, vengo a ofrecer capacidad de entendimiento.
¿Está claro que con tantos intereses encontrados esa no es tarea fácil?
Son 10 años trabajando en lo más profundo del dolor del pueblo, de la esperanza del pueblo; yo vengo de estar mano a mano con el chavista que protesta, con el opositor olvidado, con el independiente desesperanzado. En estos 10 años he visto en la base de la pirámide que si es posible entendernos.
¿Y la polarización?… Han sido 15 años dividiendo a los venezolanos…
En el corazón del pueblo la polarización es un lujo que no se pueden dar. En los barrios el kínder está frente al basurero, y la rata cruza y muerde a los niños sin preguntar si los padres son opositores o chavistas. Son esos padres, de un lado y de otro, los que se ponen de acuerdo y terminan mudando el basurero. Ese tipo de entendimiento que yo he presenciado, es perfectamente posible hacerlo a nivel nacional.
¿Preparado por si se activan de nuevo los francotiradores de este lado que terminaron haciendo tirar la toalla a Ramón Guillermo Aveledo?
Mi designación fue hecha por unanimidad, después que esa misma unanimidad define un objetivo y una estrategia; todo esto tras comprender las exigencias que les está haciendo el país de ubicarse a la altura de la crisis y avanzar juntos para que más que oposición sean nuevamente alternativa. Creo que ese mandato está claro y los partidos están respondiendo.
¿Cuál es su estrategia para salir bien parado de todo esto?
Yo estaba en una posición que, si quizás no era la más cómoda, me gustaba bastante, y tenia un importante reconocimiento por diferentes sectores de ambos lados. Dejo ese espacio para asumir este reto, muy complejo, muy difícil; en el que el tema no es como quedo parado, sino donde urge que colaboremos.
Ese es un trabajo que va par largo, ¿Lo veremos como los políticos tradicionales, con paltó, secretarias y comando?
No me preocupo mucho por los paltó, ni la secretaria, ni comandos de campañas, porque yo estoy aquí prestado, eso lo tengo clarito, pero entre tanto sea útil para lo que estamos haciendo, aquí estaremos.
Ya lo han vinculado al golpe de estado de 2002, por su vocería en la Coordinadora Democrática…
A mi me pueden vincular a todo proceso de lucha democrática pacifica y constitucional que se haya dado contra este proceso en los últimos 15 años. Mucho antes de la coordinadora, el primer gesto de rechazo político a este gobierno autoritario fue aquella consigna de “con mis hijos no te metas”, contra el decreto 1011 y aquel proyecto de Ley Orgánica de Educación.
Desde entonces hasta hoy, han sido 15 años de luchas ininterrumpidas.
Si lo invitan a Miraflores, ¿Lo veremos dialogando con Nicolás Maduro?
Para mi es necesario que esto se plantee en unas coordenadas en las que el dialogo no sea una estrategia en la que el Gobierno gane tiempo, porque ese es el tiempo que pierde el país. Para que sea útil al país, debe tener agenda, debe construir soluciones en torno a esos asuntos, y debe en consecuencia presentar resultados.
¿Vale la pena este sacrificio que ya lo hizo perder su programa de radio?
Es una transición compleja, sobre todo por lo que esto significa en términos afectivos, pero son esos compatriotas que me escuchaban en esos espacios, los que más me han apoyado en la asunción de esta responsabilidad. No lo ven como la perdida de un comunicador popular, sino la posibilidad que el pueblo tenga ojos y odios en el espacio donde la oposición define la política. Eso pone sobre mis hombros una gigantesca responsabilidad.
¿Y tu bigote Chuo?
El bigote se ha desprestigiado mucho en los últimos quince meses en este país.
2014-10-06