Las alarmas saltaron en Colombia hace cerca de tres semanas, cuando el gobierno de Venezuela inmerso en un diferendo con Guyana por la exploración y explotación petrolera en bloques asignados a empresas extranjeras (entre ellas Exxon Mobil) en áreas reclamadas por Venezuela publicó en la Gaceta Oficial del 27 de mayo de 2015 el decreto 1787, mediante el cual ordenaba la creación de varias Zodimain (Zonas Operativas de Defensa Integral Marítima e Insular).
Una Zodimain, según la Ley de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, corresponde a “una agrupación territorial de fuerzas y medios en un espacio geográfico (…) donde se conducirán las operaciones para la defensa…”. Así, mediante el decreto se crearon la Zodimain Atlántica, Oriental, Central y Occidental, ésta última la que tiene al Ministerio de Relaciones Exteriores estudiando el tema con lupa.
¿Por qué? Según el decreto, la Zodimain Occidental comienza en Castilletes, zona de la península de La Guajira, en donde comienza la línea fronteriza entre Colombia y Venezuela; luego la Zodimain entra en aguas del Golfo de Venezuela, tomando parte de la zona todavía en disputa entre los dos países. Algo que, según expertos internacionalistas consultados por un medio colombiano, no tiene validez, pues el decreto emitido por Venezuela establece unilateralmente la delimitación marítima entre Colombia y Venezuela, situación que no ha sucedido con ningún país, salvo con Guyana, que protestó y hoy tienen un litigio que está siendo objeto de mediación por un delegado de la ONU.
Explican los analistas que esa zona dentro del Golfo no tiene una delimitación legal y el decreto se basa en la hipótesis de negociación que Venezuela ha sostenido por años frente a Colombia. Según uno de los expertos consultados, en el caso con Colombia ¬porque las otras zonas operativas creadas mediante el decreto afectan a países como Guyana, Surinam y Francia¬, lo que hicieron fue establecer unilateralmente la delimitación marítima entre los dos países, situación que no tiene precedentes.
“El decreto traza la posición extrema de Venezuela, es decir, la máxima aspiración que ese país ha mostrado durante la disputa con Colombia. Dicha posición, por supuesto, no ha sido aceptada por Colombia”, señalan los internacionalistas.
La línea de prolongación de la frontera fue rechazada por el país hermano desde 1969. Por eso, establecer la línea de manera unilateral, mediante decreto como lo hizo Maduro, no tiene validez y debería acordarse a través de un tratado. Advierten los expertos que la línea “se proyecta hacia el norte, de manera tal, que prácticamente se lleva por delante los tratados de Colombia con República Dominicana”.
Lo más grave, señalan los analistas, es que Colombia podría repetir lo sucedido con Nicaragua. “Colombia, por sí y ante sí, no por decreto, dijo que el Meridiano 82 era el límite con Nicaragua, no habiendo un tratado que lo estableciera. Uno no sabe si estos señores venezolanos se agarren de esto, le están dando a los islotes de los monjes un efecto total en la delimitación. Están estableciendo como suya una zona que está en disputa”.
Desde hace seis años, las negociaciones limítrofes entre Venezuela y Colombia quedaron paralizadas. La última declaración sobre el tema la hizo el entonces presidente, Hugo Chávez, quien aseguró que “este es un problema que debe resolverse ya”. Sin embargo, en 2009 se disolvió la comisión negociadora venezolana. Entonces, según miembros de la parte colombiana de la Comisión Negociadora (Coneg), creada en 1990, la discusión se concentraba en tres áreas. “La primera y más álgida es la zona del golfo; la segunda es Los Monjes, y la tercera es cómo quedaría la Zona Económica Exclusiva y la delimitación con terceros países”.
Así que oficialmente, el litigio entre ambos está todavía abierto. “Pero Venezuela optó por una cosa más sencilla que es establecer por decreto la frontera. Es curioso que hasta ahora se sepa esto, a pesar de que el decreto fue emitido el 26 de mayo. El decreto es una disposición general sobre todas las disposiciones marítimas de Venezuela”, dicen los internacionalistas./Con información del diario El Espectador (Colombia)
2015-06-17