Odell López / [email protected]
“Para facilitar el orden” en las colas, desde el pasado lunes, en los supermercados Bicentenario y Pdval se regula la venta de alimentos de acuerdo al número de cédula de cada persona. Así lo informó el Defensor del Pueblo, Tarek William Saab, previo a una fiscalización en el Bicentenario de Plaza Venezuela en donde, desde el inicio de semana, implementaron esta modalidad de compra, la cual han asomado podría aplicarse en las distintas redes de supermercados privados.
El equipo del diario 2001 salió a hacer un sondeo en relación a la efectividad de la medida, encontrando que la misma tiene sus detractores, así como quienes la respaldan. De entrada se puede notar que la venta de comida regulada no ha mitigado las colas. Algunos resaltan el orden, pero otros se preocupan por la escasez, que ahora se podría agudizar, si cuando les toque comprar no hay determinado rubro.
Les preocupa la escasez
En el supermercado Bicentenario de Plaza Venezuela la cola permanecía este miércoles como todos los días No todos estaban muy conformes el método empleado, sin embargo, como no había desorden la mayoría de los asistentes prefirieron continuar bajo el sol inclemente de una ciudad a 28 ºC.
“Esto no es peor que antes porque al menos hay orden. Pero uno debería comprar cuando quisiera y donde quisiera. Esto que nos están haciendo es una humillación”, manifestó tajante una señora que prefirió no identificarse.
A Yolanda Leal, sexagenaria, le preocupa que los expendios de comida no estén abastecidos el día que a ella le toque comprar. “Yo vine hoy, pero mi cédula termina en 1 y debo venir el lunes. Nadie me garantiza que la leche y el pollo que venden hoy lo habrá ese día”.
En el Bicentenario de San Bernardino las señoras se quejaban del filtro que tenían funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) en la acera. No las dejaban pasar al estacionamiento del Centro Comercial La Estrella, en donde está el local.
“Hoy toca los números 4 y 5. Yo soy 2 y vengo de La Guaira como loca buscando pollo y leche. He recorrido y nada que encuentro. Aquí ni me dejan pasar”, manifestó Florangel Delgado visiblemente molesta y un paquete de papel higiénico en mano
No a todos les parece malo
Sin embargo, a Francisca Cabello le parece excelente esta medida. “Si no hay hoy, compremos otro día. Todo está en nosotros”, opinó.
En el Pdval de la parroquia San José había una larga cola para entrar en grupos de 30. Al otro extremo estaba la de adultos mayores. Carmen Lazo, quien hace esta cola considera que sin la restricción de las cédulas, la cola avanzaba más rápido. “Llegué desde las 8 am y tengo tres horas. Espero comprar leche, porque en Central Madeirense está muy cara”, expresó.
Para leer este reportaje completo, busque la edición de su Diairo 2001, que circula este jueves
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2015-01-15