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Cultivar el espirítu y la fe ayudan con la crisis

Viernes, 15 de noviembre de 2019 a las 08:00 pm
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Deisy Martínez

La esperanza es lo último que se pierde y bajo dicha premisa desde distintas religiones, creencias, formas de ver la vida y asumir la espiritualidad se afirma que la fe en algo superior y la fuerza interior para superar situaciones negativas se conservan en nuestro país a pesar de las dificultades.

Pareciera que el pesimismo se ha instalado entre los venezolanos, sentimiento explicable por la crisis prolongada a la que no se le ve solución en el corto y mediano plazo, pero a juicio de conocedores de la materia no es lo que priva y de allí el temple de nuestra gente para resistir y apostar porque los cambios se producirán en cualquier momento.

“Hay que reconocer la fortaleza de los venezolanos que viven en situaciones adversas, la fe en Dios se ha fortalecido, los feligreses siguen yendo a las iglesias, siguen presentes en las misas porque la esperanza es lo que nos sostiene, confiar que las cosas puedan cambiar y mejorar, no podemos decir en estos momentos que la fe se ha perdido, siempre la tenemos presente en nuestra vida, somos y siempre hemos sido un pueblo creyente, sigue de distintas maneras desarrollando su religiosidad popular y su apego a la religión que profesa nuestra iglesia”, expresó el secretario general de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), monseñor Trino Fernández.

Sugeilma Ruiz (42 años) lo reafirma, es bioanalista, de religión católica. La delincuencia le arrebató hace más de 10 años a su hermano menor y desde entonces cultivar su espiritualidad se convirtió en su refugio y el de su familia. Asiste a misa cada vez que puede y agradece a Dios todos los días por lo poco o mucho que llega a sus vidas. No es que la situación país no la afecte pero no la amilana.

“Debemos recordar que Dios es una fuente poderosa de energía, que influye positivamente en nuestras vidas, tan solo el hecho de amanecer, de levantarnos, de tener la fuerza de cumplir con nuestras funciones a diario a pesar de todo, de tener a nuestra familia a nuestro lado, tener a nuestros hijos, verlos crecer, poder envejecer, para mí son motivos suficientes para creer en Dios y seguir adelante”, expresó a la salida de la iglesia Nuestra Señora de Coromoto, en el Paraíso.

Desconexión

La coach espiritual Mary Gascón sostiene que la espiritualidad entendida como la fuerza interior que tiene cada ser humano como regalo de un ser superior en el que cree y confía permanece intacta esté o no la persona consciente de ello. Está en cada quien, subraya, saber aprovecharla para levantarse luego de haber caído y atraer cosas y hechos positivos a su vida.

“Muchos afirman ser hijos de Dios por ejemplo, pero creo que se han desconectado de esa verdad y cuando te desconectas solo puedes ver crisis y le ruegas a un Dios que está fuera de ti cuando debería estar en tu interior y así dependes de otros, te sometes a su poder.

Esta crisis nos está obligando a ser más conscientes de lo que es la abundancia y lo que es tener menos, creo que hemos aprendido la lección. Hay que mirar con los ojos de ese Dios que significa ver el bien en todo, descubrirlo, confiar en que cuando se pasa por una mala experiencia a la larga puede resultar en algo mejor porque nos ayuda a estimular potenciales que ni siquiera sabía que teníamos. Si solo te quejas, te darán para que sigas quejándote, si tienes rabia y pides desde ella el universo te lo dará de esa manera, consciente o no. Si maldigo no recibiré bendiciones porque la vida me dará para seguir maldiciendo, si no ves salida no la verás y en eso no tiene que ver Dios, cada quien recibe lo que da”, afirmó.

Aunque lo espiritual no combina mucho con lo material, la conferencista se refirió a las grandes empresas de productos alimenticios en su mayoría, que aún permanecen en Venezuela y han podido sortear los obstáculos.

Y es que aseguró que la fe se refuerza a través de los valores que en el caso de dichas compañías permanece muy arraigado, el trabajo, el esfuerzo, la honestidad, la constancia, perseverancia, ser fiel a lo que uno cree y el amor por este país para seguir adelante, actitud que, recalcó, debería ser imitada por cada individuo.

“Incluso mientras más te pongas bravo con el Gobierno más fuerte lo haces porque no ves salida, te conectas con la rabia, porque ellos manejan la energía del poder del miedo, todas sus acciones están dirigidas a mantenerte en él, por eso cuando viene alguien que te despierta esperanza los desequilibra, entonces el poder se vuelve a concentrar en meterte en el temor, en el desánimo, en no ver salida, ver todo oscuro.

Necesitamos salir del miedo, ponernos en la fe inquebrantable, imaginar claramente el bien de nuestra tierra, visualiza la Venezuela que quieres y te mereces y a ti actuando en ella con conciencia, pide en grande para que por lo menos te llegue la mitad, no puedes seguir bañándote en el fango de la negatividad, tienes que salir de allí, aprender a perdonar con el tiempo porque también es la única forma de sacar al país hacia adelante, no puede ser reconstruido sobre la base del resentimiento, el amor es el que sana, solo necesitamos estar dispuestos”, añadió.

¿Castigo de Dios?

A propósito de la crisis, no falta quien acorralado por el alto costo de la vida, por una enfermedad para la que no tiene acceso a los medicamentos, tratamientos o atención en un centro de salud porque si es privado las tarifas están dolarizadas y si es público no cuentan con los insumos, diga que Dios se olvidó del país o que está castigando al pueblo para que aprendiera a valorar lo que antes se tenía. Los consultados responden rotundo: no es castigo de Dios, en todo caso una consecuencia de una mala elección de una mayoría que ejerció el voto. En este punto no dejarse apabullar por los problemas y buscar opciones es la consigna.

“Mantengo mi fe, confiando en que Dios cumplirá su promesa, lo que estamos pasando no lo considero un castigo porque nuestro señor nos dio libre albedrío para tomar decisiones, lo que está pasando nos está enseñando muchas cosas como venezolanos y aunque pensemos que hay un silencio celestial profundo no debemos dejar que se apague nuestra fe por lo que aún no hemos visto, porque creo que de esto vamos a salir adelante”, opinó Keyla Oropeza.

Oropeza es profesora de Educación Física, tiene 30 años y asiste con regularidad a la iglesia cristiana Maranatha en el este de Caracas. Se atribuye una fe inquebrantable y la confianza de que todo mejorará para los venezolanos.

Al respecto, monseñor Fernández enfatizó que la situación actual no se puede atribuir a una sanción divina porque, aseguró, Dios no quiere la miseria para sus hijos, no quiere el hambre, más bien desea preservar la vida de las personas. Advirtió que cuando se pierde contacto con el creador es que los problemas nos abruman y se cree que todo está perdido.

“No hay que dejarse llevar por el pesimismo, por el derrotismo, que puede invadir la vida personal de todos aquellos que creen que ya no vale la pena hacer nada, creo que más bien falta mucho por hacer, por conquistar, por realizar en favor siempre de este país tan hermoso al que nos debemos y en el que tenemos que crear un espacio para el encuentro, para la solidaridad, para salir de esta situación de pesimismo que nos lleva a una apatía ante los problemas de la vida que hay que lucharla porque es lo más importante, no dejarnos aplastar por las dificultades”, acotó la autoridad eclesiástica.

“Dios no nos está castigando con esta crisis, pienso que es una consecuencia de una decisión que tomamos como ciudadanos en determinado momento, por lo que somos responsables de cada uno de nuestros actos, no es culpa de Dios para eso existe el libre albedrío del cual nos dotó.

Tenemos que responsabilizarnos de las decisiones que tomamos, simplemente eso”, apoyó Ruiz.

Gascón insistió en que las personas no deben creer que se trata solo de un problema del Gobierno ni de atribuirle la culpa solo a otros, incluso al Dios en el que crean porque no lo libera del sufrimiento.
“Soy yo también a través de las decisiones que tomo, tengo que cambiar y comenzar por mi casa, por mi hogar. Hay que agradecer a Dios a pesar de todo, incluso si no tenemos nada porque cuando te imaginas algo lo estás creando y será lo que vendrá. Venezuela no está en guerra está en crisis y hay países que a pesar de haber padecido lo primero salieron adelante”.

Sacerdotes fuertes

Ni para los sacerdotes es fácil tratar de mantenerse incólumes ante la emergencia humanitaria, el mismo monseñor Ubaldo Santana, exarzobispo de Maracaibo, hoy administrador apostólico de la diócesis de Carora en el estado Lara, lo llegó a reconoció durante una misa crismal en la catedral de la capital zuliana.

“En esta Venezuela nada es fácil, los caminos están erizados de obstáculos y dificultades (…) esta vocación es más difícil que nunca, pero eso no debe desalentar a jóvenes ni a seminaristas, necesitamos de pastores y religiosos heroicos y fuertes, capaces de acompañar a su pueblo en las tempestades del camino”, reflexionó.

Un llamado también hizo a los feligreses, el de orar para que los curas puedan cumplir su misión, incluso “renunciando” a sí mismos, puesto que, aseguró, también sienten deseos de irse del país “para no pasar hambre”.

“No vienen (los sacerdotes) empaquetados ni con especificaciones para cada Iglesia, son vulnerables y débiles como todos, estén sometidos a las mismas tentaciones, pasan por las mismas carencias y necesidades (…) oremos por ellos, démosles apoyo, consejos, darle ánimo a seguir adelante, vamos a felicitarlos en sus fechas significativas, compartamos sus éxitos y fracasos, alegrías y penas, amarlos de corazón y hacerle sentir que apreciamos su ministerio, entrega, disponibilidad y abnegación a vivir todos unidos como Iglesia de Cristo”, instó.

Monseñor Fernández indicó que el llamado a cultivar la espiritualidad vale para todos los individuos, independientemente de la religión que profesen.

“Tenemos que acompañar, ayudar a cambiar las adversidades en fortalezas y las debilidades en oportunidades, creo que también hay que tener esa esperanza de generar esa energía, fortaleza interna que permite superar las luchas y los problemas de cada día. No hay que dejarse llevar por el pesimismo”, dijo.

2019-11-16

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