Después de un año de investigación, los médicos han podido diagnosticar la causa de muerte de Paul Inman, un joven de 30 años que falleció mientras dormía. La muerte se dio en el 2012, pero recién el pasado miércoles la patóloga encargada del caso, Deidre Mckenna, descartó que la epilepsia o un ataque al corazón fueran las causas de la muerte. “La bebida gasesosa tiene toda la culpa”, insiste Mckenna, citada por el diario británuico ‘The Daily Mail’.
Al parecer, el fallecido sufría de síndrome de Asperger, así lo informa su madre. Además, bebía demasiada cola desde los 10 años de edad y debido al trastorno mental, no podía controlar su adicción. Hasta tres veces al día, iba a comprar su bebida favorita.
“He dicho todo el tiempo que la causa (de su muerte) se debe a que bebía en exceso, absolutamente en exceso. Solíamos decir que tenía un botón de autodestrucción”, sostiene la madre del fallecido.
Además de beber demasiadas gaseosas, Inman fumaba mucho y no podía estarse quieto: caminaba mucho, gastando dos pares de zapatillas a la semana./ LaRepublica
Viernes 31/05/13