Paola Ñáñez/ EFE
La Administración de Barack Obama está dispuesta a trabajar con el Congreso en una posible ampliación de las sanciones al Gobierno de Venezuela, siempre que sean “individuales y no sectoriales” y no amenacen con dañar al pueblo venezolano, afirmó este lunes una alta funcionaria estadounidense.
“Hemos dejado claro que no nos opondremos a la legislación en el Congreso para imponer sanciones financieras (a Venezuela) en caso de que sean individuales y no sectoriales, y dependiendo del momento en que se produzcan”, dijo una funcionaria del Departamento de Estado, que pidió el anonimato.
A finales de noviembre, uno de los principales asesores en política exterior de Obama, y el nominado como subsecretario de Estado de EEUU, Anthony Blinken, aseguró durante una audiencia en el Senado que la Administración está dispuesta a trabajar con el Congreso para ampliar las sanciones al país sudamericano.
“Lo que dijo Tony (Blinken) es que ya no vamos a hacer esfuerzos para bloquear (la legislación de sanciones a Venezuela)”, explicó la funcionaria.
“Si se aprueba una ley de sanciones (en el Congreso), puede ser útil, pero todo depende de cómo esté redactada y cuándo se use. No queremos hacer nada que dañe más al pueblo venezolano”, añadió.
Hasta ahora, el Gobierno de Obama había optado por dar espacio al diálogo entre el Ejecutivo y la oposición para resolver las tensiones por las protestas en Venezuela, y el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, advirtió en marzo de que imponer cualquier sanción es delicado por la “fragilidad de la economía” venezolana.
No obstante, la alta funcionaria estadounidense reconoció que la Administración está preocupada porque “ni en el frente político ni en el económico hay ninguna indicación de que haya una voluntad de cambio” en Venezuela.