EFE
El encuentro con movimientos sociales celebrado en la ciudad boliviana de Santa Cruz como preámbulo a la inauguración de la Cumbre del G77 y China derivó en un acto de apoyo al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, por parte de sus homólogos de Bolivia, Cuba y Ecuador.
En el estadio Tahuichi Aguilera y ante varios miles de personas, los presidentes Raúl Castro (Cuba), Evo Morales (Bolivia) y Rafael Correa (Ecuador) arroparon a Maduro ante la situación de protestas sociales que atraviesa Venezuela y que han provocado inquietud internacional.
También estuvieron presentes en este encuentro el presidente de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén y el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, aunque este último no pronunció discurso.
Banderas de Bolivia y Cuba y efigies del "Che" Guevara -que hoy habría cumplido 86 años-, llenaban el estadio cruceño, en el que, entre bailes y canciones, el público jaleó a los políticos según desgranaban sus discursos en una común arremetida contra el "imperialismo".
"Guerra no convencional", "Estados Unidos tendrá un segundo Vietnam si sigue agrediendo a Venezuela", o "asedio a través de las armas de destrucción masiva que son los medios pertenecientes a las oligarquías" fueron algunas de las referencias de los mandatarios a la supuesta campaña de desestabilización que enfrenta el Gobierno de Maduro.
El presidente de Cuba, Raúl Castro, resaltó los logros de la revolución bolivariana ante lo que consideró intentos del "imperialismo" y de los "oligarcas" de derrocar a Maduro, cuyo país "merece nuestro más resuelto apoyo".
Según el líder cubano, los defensores del imperialismo "piensan que ha llegado el momento de destruir la revolución bolivariana y derrocar al presidente Maduro empleando métodos de guerra no convencional".
Para el gobernante ecuatoriano, Rafael Correa, el "asedio" al Gobierno venezolano prueba la existencia de "una restauración conservadora (…), una derecha nacional e internacional con estrategias de poder coordinadas y articuladas".
"Y por eso los pueblos de nuestra América, los movimientos progresistas y de izquierda también tenemos que estar articulados, más unidos, más coordinados que nunca", subrayó.
Más allá fue el anfitrión, el presidente Evo Morales, quien advirtió que Estados Unidos tendrá su "segundo Vietnam" si persiste en lo que consideró agresiones al Gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela y a América Latina.
"Estoy por demás convencido: frente a la provocación y agresión a Venezuela y a América Latina, será el segundo Vietnam para el Gobierno de Estados Unidos", dijo Morales, quien acusó a ese país de tener en marcha un plan de agresiones contra Maduro.
Morales se dirigió públicamente a su colega para asegurarle que "no está solo" y agregó que la lucha de sus antepasados por defender la democracia, los recursos naturales, la soberanía y la dignidad "seguirá mientras exista imperio y el capitalismo".
Ante este despliegue de apoyos, Maduro aseguró en su discurso que su pueblo "jamás se entregará".
"Seguirá batallando por encima de obstáculos, de conspiraciones. Ante cada conspiración nuestro pueblo ha tenido la sabiduría para mantener la unión, los objetivos claros, la fe en el proyecto revolucionario que el comandante (Hugo) Chávez construyó para nuestra patria", refirió.
El gobernante venezolano dijo, en referencia a su presencia en la Cumbre del G77, que acudió a este foro a llevar "la verdad" de su país, que "repudia el intervencionismo y exige respeto a la soberanía".
Maduro insistió en que su país enfrenta "una conspiración" que pretende dividir el país para apoderarse de las reservas petrolíferas.
Tras este acto con movimientos sociales, los presidentes se trasladaron al recinto ferial de Santa Cruz, Fexpocruz, para asistir a la inauguración oficial de la Cumbre del G77 y China.
En torno a 20 jefes de Estado y primeros ministros, y más de un centenar de delegaciones asisten a este foro convocado por Bolivia, que ejerce este año la presidencia rotatoria del grupo.
La Cumbre, en la que se celebra el cincuentenario del bloque, servirá para perfilar un documento que tome el testigo tras 2015 a los Objetivos de Desarrollo del Milenio trazados por la ONU.
El cambio climático y la erradicación de la pobreza extrema son dos de los ejes sobre los que se debatirá en la sesión plenaria de mañana, tras la que se aprobará una declaración consensuada por todos los países, tal y como exigen los mecanismos de funcionamiento del G77.
Sábado 14/6/2014