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No son precisamente las complicaciones en el aire las que mantienen a Venezuela al borde del aislamiento aéreo.
La tendencia que parece irreversible deja una estela de rutas abandonadas, pérdidas de puestos de trabajo, cierre de empresas conexas, descontentos de la clientela mucho más allá de los rembolsos, entre otros males.
A tamaño problema, similar al que experimenta el país en los organismos foráneos, el Ejecutivo mantiene el discurso sin variaciónes que utiliza en otras áreas y responsabiliza a sectores locales e intereses internacionales de perjudicar al país con la guerra económica.
Las empresas aéreas aluden razones de diferente índole, la mayor de ellas es las diferencias con las autoridades venezolanas en la repatriación de capitales,. La IATA, la organización mundial que concentra a la aviación comercial fijó la cantidad bloqueada por el Gobierno venezolano en 3,8 billones de dólares. Una situación que se repite con el Gobierno de Nigeria.
Otros argumentos para abandonar el país van desde reorganización de la línea, la inseguridad, poca rentabilidad y un sector minoritario no ofrece razones.
Para la Asociación de Líneas Aéreas de Venezuela, ALAV, el país ha perdido 43.220 asientos en la oferta semanal de vuelos en aerolíneas internacionalesdesde 2013.
Quienes quedan. El retiro de líneas emblemáticas, de servicios de vieja data en las comunicaciones aéreas en el país es tal que suele decirse, y sin faltar razones, que es más fácil enumerar qué empresas siguen prestando servicio.
Asi es que, al momento de redactar esta nota, en las conexiones internacionales operadas por empresas de capital extranjero están Air Europa, Air France, Turkish Airlines, American Airlines, Aruba Airlines, Caribbean Airlines, Swift Air, Cubana de Aviación, Iberia, TAP, Wingo y World Atlantic Lines, con la reincorporación de Panamá a última hora.
Eso significaba, hasta las primeras horas de la tarde de ayer que solo se podía viajar directo hacia Estados Unidos, con el mayor número de vuelos, seguido por Colombia, España, Cuba, Aruba, Trinidad y Tobago, Portugal y Turquía, contracción que beneficia a Estados Unidos y a las islas del Caribe como puntos de conexiones.
Tripulación previsiva. El deterioro político y social de los últimos años es otra piedra de tranca en el juego. Al cruzar las quejas de las tripulaciones, los índices de inseguridad de Venezuela, los riesgos evidentes y los altos costos de los seguros, muchas líneas han preferido cerrar la ruta, que por lo general es una medida de fuerza.
Hay casos en los que una vez el avión toca pista en Maiquetía, se devuelve a Aruba, Curazao, que suelen cumplir más con esos parámetros.
Otro factor que se añade a la ya problemática situación del servicio aéreo en el país son los comunicados de los Gobiernos que movilizan a su personal diplomático, a los familiares de los mismos, y finalmente advierten a sus ciudadanos de los peligros a los que se exponen.
Conexión a España. En medio de la tormenta, se dio a conocer esta semana las operaciones de una nueva línea aérea, Plus Ultra que a partir del 22 de mayo cumplirá vuelos desde la península ibérica a Venezuela, aspirando servir unas 94.500 plazas anuales.
2018-04-26
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