Andreina Dominguez
La orden ejecutiva de declarar el 1 de febrero como día de fiesta nacional “no laborable” -para conmemorar los 200 años del natalicio del general Ezequiel Zamora– no es bien vista por diversos expertos, quienes consideran la medida de irracional y sin fundamento ante la galopante crisis que atraviesa Venezuela.
“Me parece una cosa insólita en un país donde no hay producción, donde abunda la escasez y sobran los problemas. No entiendo esta decisión del Presidente”, reprochó el politólogo Luis Salamanca.
A su juicio, el Jefe de Estado busca animar a los ciudadanos con simbologías “que él supone que la gente aún sigue, una cosa que Chávez manejaba muy bien, pero ese fue Chávez”.
Para Salamanca, el decreto sólo suma una carga más a los factores económicos “ya maltrechos” con las políticas del actual Gobierno.
Efectos
Luis Oliveros, economista, tildó la decisión como “una falta de respeto”, pues afecta tanto a la empresa privada como al resto del país. “Es un día menos de comercio, de productividad y un día más de costo porque se deben seguir pagando salarios. Es un día de pérdida”, exclamó.
El gobernador de Miranda, Henrique Capriles, también se sumó a la ola de rechazos. Cuestionó que la decisión perjudique al sistema educativo. “El miércoles tenemos otra interrupción con el tema escolar (…) el país no se saca adelante con días no laborables, todo lo contrario, el país necesita más educación y trabajo”, fustigó.
En este sentido, recalcó que a “nuestros próceres se les celebra trabajando” y que no es posible que “alguien haciendo uso de sus poderes paralice a un país”.
El mandatario local aseguró que seguirán con sus jornadas laborales. “Nosotros trabajaremos como todos los días”, dijo.
2017-01-30