Redacción Diario 2001
El último ajuste del salario mínimo decretado por el Gobierno Nacional el 1 de septiembre pasado del 50% y el aumento del bono de alimentación (pasó de Bs 18.585 a Bs 42.480 en agosto), prometía resguardar el bolsillo de los venezolanos, pero sólo ha generado mayor inflación y pérdida en el poder adquisitivo de los ciudadanos, aseguran diversos economistas.
Luis Oliveros, experto en esta área, señaló que la tasa de inflación de este mes se ubica entre 10% y 12%. Realidad que "no debe alegrarnos", pues representa el doble del promedio de la región en un año, que es apenas de 5%.
Oliveros sostuvo que los últimos incrementos sólo están empujando la inflación porque al haber una subida en los pagos de nóminas, los agentes económicos tienen que revisar la estructura de costos y se ven obligados a subir los precios.
"Adicionalmente estamos viendo que el dólar paralelo, que había estado bastante tranquilo, tuvo un brinco bien fuerte en el último mes, y eso, seguramente, va a traer un repunte inflacionario en las próximas semanas”, agregó.
Miguel Velarde, economista, recordó que el año pasado la inflación cerró en casi 300%, según cifras oficiales, y para este 2016, el Fondo Monetario Internacional estima que será entre 500% y 700%.
El analista hizo énfasis que el impacto del alza del salario va directo a la inflación. Sin embargo, aclaró que no es tan inmediato porque se tiene que traducir en la economía de calle. "Es difícil medir el impacto del aumento de salario de septiembre hasta ahora, porque ha pasado sólo un poco más de un mes, lo que sí se puede pronosticar es que este aumento, como cualquier otro que se hizo y el que se aproxime, tiene un impacto directo no solamente en la inflación sino también en algo que es más grave para el venezolano, que es la pérdida del poder adquisitivo", explicó.
Además, precisó que hoy en día, los venezolanos pueden comprar cada vez menos productos, no sólo porque cada día los precios suben, sino por el bajo valor de la moneda nacional.
Cambio del modelo. Ambos expertos aseguran que es necesario reestructurar la economía venezolana. "Lo único que puede solucionar esto, es un cambio del modelo", insistió Velarde. A su juicio, hay tres variables fundamentales que considerar: en primer lugar, "levantar todo tipo de control, el control de cambio, el control de precios, hay que dejar que el mercado funcione con sus regulaciones, pero lo más libre posible. Lo segundo es que hay que generar confianza, la cual se da a través de la seguridad, la seguridad política y para los inversores. En tercer plano, hay que tratar de diversificar la economía".
Luis Oliveros, por su parte, expresó que es urgente "un cambio de Gobierno (…). Si el Ejecutivo quiere la estabilidad para la población venezolana debe desmontar los controles de cambios, tener un orden fiscal, liberar el control de cambio e ir a una tasa única y de libre mercado. El mercado actual tiene problemas de ofertas de bienes y por lo tanto los precios suben", añadió.
2016-10-16