La principal patronal de Venezuela, Fedecámaras, aseguró hoy que los empresarios del sector privado están dispuestos a acompañar al Gobierno en la toma de decisiones económicas "fuertes" siempre y cuando se realicen "reformas" que permitan que la producción fluya.
"Cuando (…) hablamos que le tendíamos la mano al gobierno nacional y al presidente de la república y que estamos dispuestos a compartir con ellos la toma de decisiones que sean fuertes, esto es siempre y cuando tengan la reforma que el empresariado requiere para poder salir adelante", dijo el nuevo presidente de Fedecámaras, Francisco Martínez.
El representante de la patronal explicó que "si no se hacen las reformas necesarias" en un conjunto de normas que se han creado en los últimos años, la empresa privada no podrá "acompañar" al Gobierno ni "destrancar (destrabar) el juego".
Martínez señaló que el Gobierno de Nicolás Maduro no puede, además, seguir calificando al empresariado privado como "delincuente" ni confiscando sus bienes a través de fiscalizaciones "discrecionales y agresivas" que las llevan incluso a su cierre.
Asimismo, reiteró que "la gran mayoría de las empresas" tiene severos problemas de inventarios y no tienen capacidad de reposición de sus productos pues no pueden vender y tener las rentabilidades adecuadas.
Fedecámaras ha solicitado, al Gobierno e incluso ante el Tribunal Supremo de Justicia la nulidad o reforma de algunas normas hechas en los últimos años como la Ley de Precios Justos que establece ganancias sobre los costes no mayores al 30 % pues, asegura, "atenta contra las libertades económicas" consagradas en la Constitución.
Otra norma que también ha sido objeto de críticas por parte de los empresarios es la Ley del Trabajo, aprobada en 2012, que reduce la jornada laboral a 40 horas semanales y estipula el disfrute obligatorio de dos días de descanso consecutivos, lo que según la patronal, afecta más a los trabajadores que a las empresas.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, acusó a Fedecámaras de hacer una "guerra económica" contra el país en complicidad con Estados Unidos y la oposición venezolana y los responsabiliza de especular con los precios, de causar una "inflación inducida" y de acaparar productos básicos que en la actualidad escasean.
El Banco Central de Venezuela no ha informado los números de los indicadores económicos desde el cierre de 2014, cuando anunció que la inflación cerró en casi un 70 % y con una contracción del PIB durante los tres primeros trimestres del año.
Mientras, los venezolanos ven subir los precios de todo tipo de productos cada semana y el dólar negro paralelo ya se ubica en más de 600 bolívares.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) alertó el miércoles pasado que Venezuela tendrá una tasa de inflación superior del 100 % en 2015 y que ahondará su recesión hasta el 7 % este año, en el marco de una política macroeconómica que considera "insostenible". EFE
2015-07-21