El expresidente del Gobierno español Felipe González aseguró hoy que no piensa "provocar ningún incidente" ni "formar un escándalo en la frontera", si el Gobierno de Venezuela decide no dejarle entrar el próximo 17 de mayo y reafirmó que su actitud es "buscar una solución" y "no cerrar la salida".
La intención de González es colaborar en la defensa de dirigentes de la oposición al presidente Nicolás Maduro como Leopoldo López y Antonio Ledezma, pero el Parlamento venezolano declaró recientemente al político español "persona non grata".
"No quiero confrontar, sino contribuir a soluciones dialogadas sin renunciar a los principios, y no veo más salida que a través del diálogo y del pacto", dijo en un encuentro con la prensa en Madrid.
González, quien advirtió de que el Ejecutivo venezolano "se equivoca" si piensa que está instrumentalizando este asunto, tiene previsto llegar a Caracas el 17 de mayo, un día antes de la fecha fijada para el inicio de la vista oral en el procesamiento de Leopoldo López, en cuya defensa pretende participar como "asesor técnico exterior".
Tras subrayar que, aunque le impidan la entrada en el país, va a "continuar" con la defensa de López, el expresidente sostuvo que él no está "forzando nada" y recordó que, aunque el Gobierno español no está institucionalmente vinculado a su decisión, está "informado" desde el primer momento. EFE
2015-05-08