Daisy Galaviz
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El año que pasó, las universidades del país se vieron marcadas por la emigración de estudiantes en búsqueda de nuevas oportunidades en otros países debido a la baja en sus servicios como transporte y comedor, y por paros profesorales, como consecuencia a la demanda de aumentos salariales.
Jorge Arreaza, vicepresidente del Área Social y exministro de Educación Universitaria, informó el 12 de diciembre que la tasa de egresados en las universidades públicas ha sido de 200 mil profesionales (cifra que se iguala a los números arrojados tanto en 2014 y 2015), y el número de bachilleres nuevos que ingresó a ellas se ubicó en 300 mil.
En 2014, el Instituto de Estadísticas de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) indicó que Venezuela era el segundo país con mayor matrícula de educación universitaria en América Latina, con 83%, y además superaba el porcentaje mínimo de investigadores por cada mil habitantes.
Calidad e inversión
Según cifras dadas por el Banco Mundial el Gobierno venezolano destina, actualmente, al sector educativo el 5,5 por ciento del total de su Producto Interno Bruto (PIB).
El exministro de Educación Universitaria, Jorge Arreaza, informó el pasado 13 de diciembre la asignación de 350 mil millones de bolívares a los centros de altos estudios, con lo que declaró que “supera en más del 377% la inversión en comparación con los 73 mil 369 millones de bolívares de 2015”.
No obstante, según Cecilia García Arocha, rectora de la Universidad Central de Venezuela, “la calidad de vida del universitario ha disminuido considerablemente”, pues las providencias estudiantiles, las becas, y plantas físicas se han desmoronado con el ascenso de la crisis económica.
Otro problema que ha incidido en la calidad de los académicos venezolanos, según palabras de rectores como Mario Bonucci (de la Universidad de Los Andes), ha sido el aumento en la asignación de cupos por parte de la Opsu la cual el 7 de julio de 2016 fue de 222 mil 999 cupos, número superior en comparación a los 216.265 del pasado 2015.
Según el rector Bonucci las universidades “se encuentran sobrepobladas para el tamaño de sus instalaciones”.
Baja asistencia
Tulio Ramírez, coordinador del Doctorado y Postdoctorado en Educación de la Universidad Central de Venezuela (UCV), se muestra preocupado: “La crisis incide directamente sobre la calidad de la educación”.
Ramírez dice que al observar las estadísticas “la tendencia es decreciente”. Cuenta que en algunas universidades el índice de abandono estudiantil ronda el 40% y da el ejemplo de la Universidad de Los Andes (ULA), la cual ha confirmado que entre 2005-2014, la universidad ha perdido 36 mil 821 estudiantes, 80% menos de la matrícula universitaria, lo que significa que la deserción estudiantil está en torno a los 3 y 4 mil estudiantes por año.
En cuanto a la UCV, la cantidad de inscritos hoy ronda los 41 mil estudiantes, cuando históricamente tenía una cifra superior a los 70 mil estudiantes.
Carreras elegidas
En 2015, las carreras más demandadas correspondieron con las mismas que años anteriores. En la UCV, 4 mil 530 estudiantes aspiraron a Medicina; 4 mil 417 a Psicología; 4 mil 316 a Derecho; 3 mil 168 a Administración; y 2 mil 572 a Odontología. En la Universidad de Los Andes las más solicitadas fueron Medicina, Ingeniería y Contaduría. Para este año se esperan números parecidos.
Según la información publicada por la Oficina de Planificación del Sector Universitario (Opsu), las carreras más aspiradas en 2015 en las casas de estudio venezolanas fueron: Ciencias Sociales con 86.325; Ciencias de la Salud con 72.505; Ingeniería y Arquitectura con 71.476; Ciencias del Agro y del Mar con 18.302; Letras con 10.296; Ciencias Militares con 7.341; y Ciencias Básicas con 7.341.
350 mil millones de bolívares asignó el Estado venezolano a los centros de educación superior para este 2017. Un 377% más comparada a la inversión de 2015 que fue de 73 mil 369 millones.
2017-02-12