Katherine Abreu
La crisis por el déficit de educadores que alcanza hasta el 50% en universidades públicas para este 2017 y la baja matricula estudiantil que se ha generalizado en los últimos años en las escuelas de Educación de las distintas casas de estudios del país, es una realidad que preocupa al director de la Escuela de Educación de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab), José Javier Salas González, para quien supone un reto promover los espacios de la academia, pues cada día los estudiantes desisten de formarse como educadores y ejercer la carrera profesional en las aulas, debido a la pocas reivindicaciones que reciben.
¿Cómo evalúa la carrera educativa en el país?
-La situación actual educativa es bastante crítica. Quizás lo que está sucediendo forma parte de la estrategia del Gobierno, para que los jóvenes del mañana ignoren los problemas. Actualmente el sistema el sistema educativo que está implementando el Gobierno es una estafa en muchos casos.
¿Qué es lo que está sucediendo en las universidades del país?
-En las universidades públicas ronda un déficit de 50% del cuerpo docente en las áreas de ciencias. De hecho, en reuniones con otras casas de estudio, en la Universidad Simón Bolívar (USB), se está recontratando a personal jubilado y dejando desiertos los concursos de oposición. El Gobierno simplemente estrangula a las universidades, evita que los pagos lleguen a tiempo, impiden que los aumentos lleguen, incorpora a estudiantes sin el apresto académico adecuado.
En varias escuelas de educación existe un déficit de matrícula estudiantil ¿Cómo está afectada la Ucab?
-Nosotros pasamos de ser una escuela de Educación de entre 1.500 y 2 mil estudiantes, a tener 400 en estos momentos. En un promedio de 200 estudiantes, de tres o cuatro sección se gradúan entre 5 y 6 profesionales en educación .En estos casos los porcentajes de estudiantes se van por tres razones, la primera no aguanta la carga académica, usan a la carrera de trampolín para cambiar a otra profesión y la mayoría de los casos no culminan los semestres para emigrar del país. El efecto “trampolín” se disminuyó cuando a la universidad crearon el Curso de Iniciación Universitaria (CIU), donde los estudiantes pasaban por un proceso de nivelación antes de iniciar a la carrera. Eso significó una pérdida grande de estudiantes, porque algunos que veían a la escuela con la intención de estudiar ingeniería y terminaban quedándose en educación. Antes la universidad dejaba ingresar a los estudiantes según las carreras de su selección.
¿Hay falla de profesores?
-No presentamos inconvenientes de ausencia de profesorado, manejamos unas cifras de 7% o 13%. Actualmente sufrimos un proceso de renovación forzada, cuando los profesores dejan de dar clases a mitad de semestre. También tratamos de aplicar la incorporación sistemática de nuevos académicos. La Universidad Católica Andrés Bello está haciendo todo lo que está en sus manos como aumentos de sueldos, bonos para mejoras en las condiciones socioeconómicas. Cada vez esos esfuerzos se diluyen, se van perdiendo y eso lo sienten por el tema de la hiperinflación. Es una realidad, la universidad depende de los ingresos de matrícula y si se sigue aumentando los estudiantes se van a ir de la universidad.
¿Su principal dificultad es la baja demanda de la carrera?
-Nuestras dificultad es que cada vez son menos los estudiantes que deciden optar por Educación como opción de carrera. En algunos casos esta desmotivación se debe a la deteriorada oferta salarial a la hora de ejercer la profesión en instituciones educativas. Mientras en otras carreras los estudiantes tienden a tener expectativas altas sobre las percepciones económicas. Sin embargo, estas consideraciones se han desdibujado y el joven sólo está estudiando para obtener el título universitario y después emigrar para encontrar mejor calidad de vida en otras regiones sea ejerciendo o guardando su título para realizar oficios distintos a su carrera a fin.
¿En qué áreas se ven más afectados en la disminución de matrícula?
-Una de las fallas graves que tenemos sobre el déficit de matrícula es en materias como Física, Química y Biología.
¿Qué medidas está tomando la Ucab para tratar de revertir esa situación?
Cada año realizamos diversas actividades para sensibilizar a los jóvenes a optar por la carrera de Educación y observar en ella una amplia posibilidad para desarrollarse profesionalmente. Este año estamos aplicando un plan de becas para atraer a los jóvenes a incursionar en la profesión educativa y convertirlos en líderes sociales que puedan transformar la realidad educativa y social que los rodea.
¿La propuesta gubernamental de la Micro Misión ha dado resultado?
-En cualquier otro país estaría claro que se tiene que favorecer la vocación docente, pero no se debe de utilizar programas como la “Micro Misión Simón Rodríguez”, donde egresas prácticamente a cualquier persona sin formación y así están impartiendo las clases con un cuerpo docente que no está preparado ni tiene la especialización indicada, como cuando colocan a uno de sociología a dar clases de física. Eso es inadmisible, un profesor requiere años de formación para ejercer una especialización, ahora pretenden egresar a educadores en dos años. No manejan ni siquiera las estrategias didácticas y pedagógicas en las aulas.
¿Qué impresión tiene sobre el nuevo currículo educativo?
-No estoy de acuerdo con ese plan de estudio. Las instituciones deben montarse en un pensum nuevo de educación, ahora, como tú me vendes un plan educativo que suprime la especialización de humanidades, cuando en lugar de abrirme la oferta, limitas al estudiantado a escoger. Es algo inadmisible honestamente, lo que se tenía que hacer es aplicar una consulta a los ciudadanos, representantes y universidades del país para determinar el pensum, de esta forma ayudar a los docentes que de alguna manera están hoy en un “limbo” para la aplicación en las aulas de este nuevo sistema.
¿Las escuelas de educación estarían a punto de desaparecer?
-Es lamentable lo que está pasando, pero nosotros no podemos morir en el intento. Tenemos la firme convicción de establecer espacios para que los profesores se actualicen y reinventen. Nosotros tenemos que darles herramientas para atender el aula, que los profesores vean a los salones de clases como una caja de pandora con miles de oportunidades. Nuestro llamado es los muchachos para que entiendan que se puede ser exitoso como educador, sólo queremos gente con motivación y compromiso en el país.
¿Qué le recomienda al Estado para revertir la crítica situación de la profesión educativa?
– El Estado venezolano debe hacer muchas cosas en materia de educación, pero si lo colocamos en orden de importancia, lo primero debe ser estar total y absolutamente liberada del proselitismo político, la educación debe llevarse a la pluralidad y no al sesgo. Lo segundo es evaluar que el valor del docente va mucho más allá del sueldo, debe de haber un reconocimiento social de la vocación, enaltecer la labor de los profesores. Y lo último, se deben crear mecanismo de formación docente para promover la calidad educacional en cada aula del país.
Foto: Jacob Atircopy Osorio
2017-11-18