Anyela Torres | [email protected]
A simple vista, la disminución de sedes, personal y equipos de los departamentos bancarios privados son un indicativo de alerta roja que genera desconfianza en la clientela de estas entidades.
Pero aunque luzca contradictorio, esta estrategia es la que ha logrado que la banca privada se mantenga con un rango mayor de estabilidad que la banca pública, a pesar de las condiciones que asfixian al sistema financiero del país.
De acuerdo con Henkel García, analista financiero y director de Ecoanalítica, a pesar de que la banca se encoge en términos reales como consecuencia de la contracción general que experimentan todos los sectores de la economía, los indicadores de salud en la banca se mantienen estables, ya que la morosidad se conserva a niveles muy bajos.
Tomando en cuenta que a nivel mundial es normal que un país tenga una morosidad de hasta 2 %, mientras que en Venezuela es de 0,5 %, es un balance positivo, lo que evita que la banca presente grandes problemas.
Sólida por ahora. El analista señaló que aunque la salud de la banca indica que se va a mantener sólida en el corto plazo, eso no exime al sector de ser vulnerable a cambios drásticos en la economía o a que la contracción se prolongue por mucho más tiempo.
“No está planteado ningún tipo de colapso financiero, estamos lejos de eso, pero no quita que según las políticas económicas lo que se vaya a decidir afecte directamente a la dinámica de la banca y creo que hay un consenso en que el sector financiero tiene que tener mucho cuidado en cuanto a un viraje económico”, dijo.
Estima el experto que la situación de las bancas pública y privada es bastante pareja, pero no descarta que el estatus de la privada esté mejor.
“El banco Bicentenario se creó bajo el fusión de otros bancos que estaban en quiebra, por eso a este banco le ha costado mantenerse; sin embargo allí está”, explica.
Haciendo comparaciones, García indica que a pesar de que estén bajo la misma tónica, la diferencia radica en que la pública cuenta con el apoyo del Estado.
Cartera vacía
A pesar de que hoy en día los venezolanos no tengan las mismas posibilidades de ahorro que antes, el banco no ha dejado de ser rentable como negocio por esta razón.
García explica que el elemento de la banca privada que ha encendido las alarmas es la cartera de crédito de los entes bancarios. “Estas carteras de crédito se están contrayendo a tasas importan- tísimas”, afirma.
No obstante, a pesar de esa particularidad, los índices se mantienen bien, por lo que no avizora riesgos de colapso en el mismo. “El índice patrimonial, y el de liquidez todavía se mantienen en sanas condiciones”, opina.
Servicios rezagados. El director de Ecoanalítica señala que los servicios de los bancos se han estancado considerablemente, y estima que aumenten una vez que sea desmontado el control de cambio.
García subraya que la cartera que más había crecido últimamente era la de tarjetas de crédito, pero de un tiempo para acá pasó a tener un peso mucho menor que la cartera de créditos comerciales. “Esta sigue siendo el caballito de batalla entre los tipos de crédito de la banca. Últimamente la caída de la cartera de tarjetas de crédito ha sido muy importante, mucho más que la de créditos comerciales”, concluyó García.
El sistema financiero está en crisis, pero, alejado de riesgos de colapso e insolvencia
Eventual.
“La banca está sólida. Ha hecho los correctivos necesarios para mantenerse, pero si continúan cayendo los ingresos, llegará el momento en que no podrán hacer más ajustes”.
2016-07-30