Jesús M. Gambús |[email protected]
La Asamblea General número 46 de la Organización de Estados Americanos (OEA) que se inicia hoy formalmente en la República Dominicana tiene un aire de preámbulo al debate sobre el caso de Venezuela y la aplicación de la Carta Democrática.
La consideración no está en la agenda del encuentro de los 34 países miembros de la alianza, pero la atención mediática se dirige hacia ese punto espinoso que ha elevado la crisis venezolana a otro contexto.
El propio secretario general de la OEA Luis Almagro no descartó “los contactos informales” sobre el tema venezolano, que con toda probabilidad se producirán en el almuerzo privado que mantendrá hoy con los jefes de delegación, en su mayoría cancilleres.
Sin embargo, Almagro aseguró que de manera oficial, el asunto “no forma parte de la agenda formal de la Asamblea, para ello los países tendrían que haber votado su inclusión en el temario y eso a esta altura es imposible e innecesario, al haberse fijado una fecha para el 23 de junio” para debatir ese asunto en una sesión del Consejo Permanente en Washington, dijo, junto al canciller dominicano Andrés Navarro.
“Durante la presente Asamblea seré muy respetuoso de las formas y de la agenda de la Asamblea, por lo tanto no abordaré ese tema en un contexto en el que no ha sido planeado ni programado y cuando ya existe una instancia para abordarla definitivamente”, agregó.
Corresponderá a esa cita debatir si prosigue con el proceso gradual de la Carta Democrática invocada por Almagro, que podría llevar a gestiones diplomáticas (18 votos de embajadores), a la convocatoria urgente de una reunión de cancilleres (24 votos de embajadores) y, en último lugar, a la suspensión de Venezuela del ente (24 votos de cancilleres).
Vale otro, sin embargo, al considerar que los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba), encabezados por Venezuela, anunciaron la semana pasada que aprovecharán la Asamblea para expresar su rechazo frontal a la aplicación de la Carta Democrática a Caracas.
Tampoco se hablará de Haití y las elecciones. Almagro recordó que los términos de los comicios “son 120 días”, como se estableció el 5 de febrero de este año.
“No puede haber ninguna extensión en automático ni pensarse en ninguna prórroga en ningún sentido”, dijo Almagro.
Temario del encuentro. Con esta agenda cerrada, el punto de mayor atención en Santo Domingo, entre hoy y mañana, será el “fortalecimiento institucional para el desarrollo sostenible de las Américas”, un tema seleccionado por República Dominicana.
Otro aparte de interés será la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh), que confronta una grave crisis presupuestaria.
Al respecto, en el diálogo con la sociedad civil del hemisferio sobre temas de interés en la región, una previa a la Asamblea, el secretario general de la OEA salió en defensa de la comisión, al indicar que “hay países que pagan más a la Corte Internacional de Justicia que a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos”.
La Cidh, el órgano autónomo de Derechos Humanos de la OEA, vive la peor crisis financiera de su historia y tendrá que despedir al 40% de su personal (30 personas) en julio, y suspender labores clave si no recibe antes del 15 de junio -último día de la Asamblea- los dos millones de dólares que le faltan este año para cumplir mínimamente con sus funciones.
Almagro volvió a proponer un fondo directo de los países a la Comisión y a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, además de la partida que sale del presupuesto de la OEA (el 6%, 4,8 millones de dólares).
También se destaca la votación de la “Declaración Americana sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas” después de 17 años de negociación, de un plan para los afrodescendientes.