Paola Ñáñez/Redacción 2001
La Comisión de Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), se pronunció ante los sucesos ocurridos en el centro penitenciario conocido como David Viloria, ubicado en el sector Uribana del estado Lara, este miércoles 26 de noviembre en el que perdieron la vida 34 privados de libertad y donde hay más de 145 afectados.
“Nos duele la muerte de seres humanos venezolanos recluidos en instituciones resguardadas por el Estado, y la de tantos otros que dentro y fuera de los centros penales son víctimas de la espiral de violencia. Nos unimos al dolor de las familias de los que han muerto, las acompañamos con nuestra oración a Dios Padre compasivo que quiere que todos sus hijos tengan vida y vida en abundancia”, manifestó.
La CEV agregó que los recintos penitenciarios, lejos de ser centros formativos de reinserción social, son más bien lugares de hacinamiento, violencia, castigo y represión que deteriora aún más a la persona privada de libertad.
Exhortó al Gobierno Nacional para que inicie una investigación completa que clarifique las circunstancias que rodearon las muertes e intoxicaciones de la población privada de libertad. Se informe rápida y verazmente a los familiares y al país de la situación, con miras a que la familia calme la tensión que han vivido las últimas 72 horas producto del desconocimiento del paradero de sus familiares y al Ministerio del Poder Popular para el Servicio Penitenciario de Venezuela que se comprometa de manera más decidida a solucionar la grave crisis penitenciaria existente y se tomen todas las medidas necesarias para la no repetición de estos hechos y para la garantía efectiva de todos los derechos humanos de las personas privadas de libertad bajo custodia del Estado venezolano.