Lenys Vargas | [email protected] | @lenysvargas
Fabiana Mogollón | [email protected] | @JustFabi_
Durante el primer semestre de 2016, los ciudadanos de Venezuela protestaron en 3.507 oportunidades. La mayoría de estas manifestaciones fueron a causa de la escasez y el desabastecimiento de alimentos.
Un total de 416 veces las fuerzas policiales tuvieron que reprimir eventos relacionados a los saqueos de alimentos, detalla un informe del Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (Ovcs), el cual destaca que Venezuela continúa inmersa en una profunda crisis social, donde la hiperinflación, la crisis económica y política.
El pan de cada día
Aceras enteras atiborradas de vasos con restos de papelón con limón, bolsas plásticas, cartón y el popular periódico del día sirven de apoyo —para no sentarse a rin pelao’ en el suelo— a quienes, antes de que salga el sol ya estaban llevando sereno desde bien temprano. Haciendo kilométricas filas.
Ancianos, embarazadas, pequeños, jóvenes. Casi nadie se escapa de una cola en Venezuela. Agotamiento físico, dolencia, impotencia, tristeza y resignación, se observa en los rostros. Pero no sólo familias enteras están formados en las filas, según datos, al menos 70% de los integrantes de las colas, son “los bachaqueros”, recoge Datanálisis en un estudio publicado a principios de julio de 2016.
Para triunfar en la prueba de conseguir el sustento familiar deberán pasar aproximadamente cinco horas de pie o sentados sobre un fino cartón, en una acera, un escalón, una orillita, donde sea; hasta que les toque el turno de ingresar al establecimiento comercial y comprar el anhelado producto regulado, por el cual se han “duchado” con la lluvia, secado al sol y soportado durante un largo lapso una misma posición.
Los saqueos de alimentos marcaron el primer semestre de 2016, así lo revela un informe del Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (Ocvs) del cual se desprende que 27% de las protestas que se realizaron durante la primera mitad del presente año han sido a causa de la escasez de alimentos.
Durante este primer semestre, especialmente en los meses de junio y julio, 2001.com.ve pudo constatar, a través de una recopilación realizada, que los productos más saqueados fueron: harina de maíz, pollo, leche arroz; así como los embutidos, dentro de los que entran diferentes tipos de queso, jamón y salchichas. Las personas se interesaron también por las deseadas carnes rojas y huevos; la pasta no se quedó fuera de la lista.
Junio fue el clímax
Según reportes de medios digitales y redes sociales recopilados por 2001.com.ve desde el 1 de junio hasta el 15 de julio, 803 personas fue el saldo de detenidos por saqueos en el territorio nacional; 99 heridos y 6 víctimas fatales. Para un total de 115 eventos de alteración del orden público por comida.
Solo en el mes de junio cuando se escenificaron 42 conatos de saqueos, especialmente hacia la zona oriental del país, donde los estados Anzoátegui, Miranda y Sucre registraron mayores incidencias.
Solo en la entidad sucrense se produjeron 13 robos de comida y 4 conatos fueron detectados, para un total de 17 eventos. En las localidades de Cariaco y Cumaná se detuvieron más de 400 personas en dos días y fallecieron otras tres. En dos días donde la entidad tuvo que ser militarizada para restablecer la normalidad.
En aquel entonces, se comisionó al jefe de los Clap, Freddy Bernal, para que atendiera la situación. Bernal enfatizó que 22 comercios habían sido desvalijados, algunos ellos sin ser de comida y denunció que fue desmantelada una banda, que operaba en las adyacencias de la Troncal 9, y que atacaban los camiones que transitaban por esa vía.
Estados más afectados
Durante junio los estados con más afectaciones destacan: Miranda con 14 saqueos y 5 conatos; el segundo lugar es para Sucre, con 13 actos vandálicos y 4 robos. Y el tercer lugar, fue para Lara, con un registro de 8 actos vandálicos y dos intentos. Les siguieron Anzoátegui con 2 y 7, mientras que en Zulia cerró con un saldo de 3 y 4, y Distrito Capital que culminó con 1 suceso y 4 conatos.
En el mes de julio se notó una significativa reducción en cuanto al número de alteraciones al orden público, en este sentido se registraron sólo cinco reportes de saqueos y conatos en los estados Anzoátegui, Barinas, Nueva Esparta y Táchira. Siendo Anzoátegui la entidad más convulsionada con dos saqueos, un conato y el conteo de 13 personas heridas, tras haberse enfrentado con efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) al intentar saquear locales de comida.
En la lista, le siguen el estado Nueva Esparta con un saqueo, Barinas con un conato y Táchira con un intento de saqueo.
El Modus Operandi
12 de la noche, postes dañados, calles oscuras y desoladas, inseguridad a la orden, miedo a flor de piel. Es la hora. Se comienza a formar la cola a las afueras de un supermercado. A punta de charla y “ojo pelao”, pasan la madrugada en cola los venezolanos que quieren conseguir productos regulados.
Entre parloteos, una que otra plegaria y café —si consiguen a un vendedor de guayoyo por ahí— les saluda el sol mañanero y luego, la tarde. Entre más avanza la cola, más se caldean los ánimos. Se acabaron los productos regulados. La ira y la frustración se apoderan de los presentes y el robo de comida se asoma como una forma de drenar, para los más revoltosos.
Yorelis Acosta, psicológo y profesora de la escuela de Comunicación Social de Universidad Católica Andrés Bello (Ucab), subraya que, desde el punto de vista de la psicología, “la desesperación, la carencia, la frustración, la indignación, el engaño y los años que la gente tiene protestando son los elementos disparadores”.
“La gente en las colas está irritable, ha llevado sol, se ha mojado (…) Todos estos elementos hacen que la gente realice el saqueo”.
Según la especialista la protesta se ha incrementado en un 25% este año, quien considera que este proceder es “forma de reclamar con furia que esas estrategias aplicadas por el Gobierno son ineficientes y discriminatorias”.
Otro de los detonantes del saqueo, para Acosta, radica en la distribución de los alimentos: “La gente se da cuenta que la distribución de comida no responde a una lógica de abastecimiento, sino que es distribuida y llevada a otros sitios. Por eso, al darse cuenta que se le está engañando, saquean”.
La psicóloga enfatiza que “en 2016 hay elementos particulares y es que hay una escasez de alimentos muy grave en muchas partes del interior; lo que está haciendo que la gente se organice para saquear”. Enfatizó que en algunos casos “no es un comportamiento espontáneo”.
Explica que “esperan los camiones en las carreteras o autopistas y a veces colocan trampas, miguelitos, o pueden lanzar cosas en la vía para que la gente se accidente y atracar (al camión) que pase”.
La respuesta del Estado
Las cifras empiezan a reflejar la escasez y la molestia del país desde mayo cuando se registraron 88 situaciones irregulares, desprendiéndose en 52 reportes de saqueos y 36 conatos, según el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (Ovcs).
La razón esgrimida por la mayoría: el hambre. En la Encuesta sobre Condiciones de Vida de los Venezolanos (Encovi), 12,1% de los venezolanos aseguraron que comen dos o menos veces al día, en un país donde los últimos años la pobreza estructural ha pasado de 21,3% a 29,1% en un año, como lo refleja un informe de Provea; y donde la escasez es un dato que ya no aparece en los indicadores del Banco Central de Venezuela, cuyos indicadores económicos en lo que va de 2016 permanecen —por decreto presidencial— reservados.
Ante esto, y bajo el argumento de “la guerra económica”, el Gobierno decide promover el Decreto de Estado de Excepción y Emergencia Económica, que fue aprobado en la Gaceta Oficial N° 6227, el 13 de mayo; en dicha ordenanza se le dio poder al Mandatario para tomar las medidas que considere pertinentes y así mantener el orden social.
El ordenamiento también fue el punto de partida de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap), que bajo el mando de Freddy Bernal, inició como una de las acciones gubernamentales para atender el problema de desabastecimiento pero, Provea considera empuja a la población de Venezuela—afectada por la extrema escasez y una dieta de baja calidad—hacia un estallido social y hacia la promoción de la discriminación alimentaria.
En respuesta a los saqueos en el estado Sucre el presidente de la República, Nicolás Maduro calificó de “ataques miserables” las alteraciones del orden público y el robo de comida en locales comerciales y afirmó que “se deben a motivos políticos y no sociales”. “Los encabezan gente de la ultraderecha que ya están presos; y después no van a decir que son perseguidos políticos. En todas las grabaciones aparecen moviendo el dinero”, dijo.
El 11 de julio en el Palacio de Miraflores, el Jefe de Estado ordenó el inmediato funcionamiento de la Misión Abastecimiento Soberano y Seguro; y designó al ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, para que se encargara de tomar las decisiones en cuanto a la producción y distribución de alimentos a nivel nacional.
“Todos los ministerios, todos los ministros y ministras, todas las instituciones del Estado quedan bajo el orden y la subordinación absoluta al Comando Nacional de la Gran Misión Abastecimiento Soberano y Seguro, bajo el mando del Presidente de la República y bajo el mando del general en jefe Vladimir Padrino López a partir de este momento”, dijo.
Con dichas acciones implementadas por el Gobierno nacional, las cifras que empezaron a dar alertas en mayo —con 88 situaciones generadas y tuvieron su cúspide en junio al incrementar a 110 eventualidades— se frenaron en los primeros 15 días de julio cuando sólo se reportaron cinco revueltas.